El director general del Consejo Regional de Desarrollo (CRD), Ysócrates Andrés Peña Reyes, calificó como urgente establecer un cambio en la mentalidad en las dirigencias y los candidatos a funciones públicas en los partidos políticos para así acoplarse a las exigencias de los nuevos tiempos.

"Además, dadas las metas que imponen a estos su muy delicado rol en la plena concretización del desarrollo, la justicia social y la paz sustentable", indicó.

Peña Reyes dijo también que los dirigentes deben proponerse dejar atrás la falta de sabiduría como también la resistencia a cambiar, para dar paso a una nueva mentalidad en el ejercicio de las actividades políticas y sociales, "a fin de erradicar los malos frutos engendrados por la ausencia de la visión y la capacidad gerencial que exige el encauzamiento del desarrollo realmente palpable".

También consideró que debe haber "una profunda reflexión y un nuevo rumbo", para lograr, no solamente ser muy activos en criticar, sino también eficientes al ostentar una función pública, sobretodo, al momento de tomar decisiones en torno a las acciones correctas que exige el progreso y la paz armónica que necesita propulsar República Dominicana.

"Nuestra clase política debe entender que al lograrse mayores grados de educación y concientización en la población nacional, los tiempos de los mesías concluyeron, por los malos frutos del mesianismo, además, que al ser los problemas nacionales muy complejos, su real solución depende de lograr una mejor preparación en las militancias de los partidos, para que sus integrantes puedan ostentar y conducir con eficiencia una función pública", comentó.

Hizo un llamado a la clase política a entender que no están motorizando sus actividades y propuestas en un país conformado por "una población sin metas y visión", lo que obliga a las entidades políticas preparar a sus dirigentes y sus miembros para aprender a gobernar dentro de los pedimentos presentes y futuros que impone el desarrollo de la nación.

Peña Reyes se refirió al tema al pronunciar las palabras de clausura en un encuentro regional en el que participaron líderes comunitarios de las 14 provincias del Cibao.