El condenado a 30 años de presidio Gregory Antonio Hernández Reyes, de 43 años de edad, se ahorcó en la celda que ocupaba en el Centro de Rehabilitación Rafey Hombres tras negársele recientemente ejercer el derecho a la visita conyugal y padecer otras pérdidas que lo afectaron anímicamente, informaron las autoridades.

El fallecido fue condenado hace casi una década por la muerte de su mujer, confirmó el procurador de la Corte de Apelación, Juan Carlos Bircán.

“Estaba cumpliendo una pena de 30 años por la muerte de su pareja y había solicitado recientemente (ejercer su derecho a la) visita conyugal, pero resulta que para este tipo de casos, cuando se está cumpliendo condena por feminicidio, el procedimiento es un poco más complejo, por razones atendibles”, explicó el funcionario.

Agregó que el interno, en prisión desde el año 2013, había hecho la solicitud el pasado 1 de junio y le fue rechazada por el juez de ejecución de la pena, Rubén Darío Cruz Uceta.

El procurador Juan Carlos Bircán confirmó que el interno usó una sábana y otras prendas para colgarse de los barrotes de la ventana de su celda.