El canciller dominicano, Roberto Álvarez, volvió a advertir que la crisis humanitaria y de inseguridad que afecta a Haití es sin precedentes por lo que es menester abordarla con la urgencia que amerita el caso, según expuso en la sesión especial del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que  este lunes aborda el asunto.

“No hay tiempo que perder. Apelamos, una vez más al Consejo de Seguridad a que utilice todos los recursos y medios a su alcance para revertir el curso de esta situación y evitar de forma efectiva que la misma desborde las fronteras de nuestro vecino país”, exclamó el jefe de la diplomacia dominicana.

Afirmó que este es un reclamo que hacen once millones de haitianos ante el único organismo multilateral que tiene el mandato y la responsabilidad de realizarlo.

Dijo que el mandato del Consejo de Seguridad es claro y apunta a mantener la paz y la seguridad internacionales.

Este derecho "jamás será posible si un ciudadano no puede darle a su vecino un abrazo fraterno en paz, como hoy en Haití, alimento esencial del espíritu humano", remarcó.

El ministro de Relaciones Exteriores recordó que República Dominicana ha manifestado su respaldo y ha actuado acorde a la solicitud de ayuda hecha por el primer ministro de Haití, Ariel Henry.

Asimismo, destacó que el país apoya firmemente un régimen de sanciones y de embargo de armas que sean aprobadas por el Consejo de Seguridad contra individuos e instituciones, tal y como ya hizo el Gobierno dominicano.

Cólera, calamidad adicional

Fotografía de archivo, tomada en noviembre de 2010, en la que se registró el traslado de un cadáver de una víctima del cólera, en Puerto Príncipe (Haití). EFE/Orlando Barría

“Como si tales calamidades fueran pocas, ha surgido un brote epidémico de cólera en Haití que podría significar la pérdida de miles de vidas adicionales. Por su forma de propagación y nefastos efectos, producidos en el pasado reciente, la comunidad internacional debe actuar con presteza”, acotó.

Roberto Álvarez recordó que República Dominicana ha expresado que todos todos los esfuerzos en procurar un ambiente de paz en Haití deben ser paralelos a un proceso político inclusivo, liderado por los propios haitianos, en aras de alcanzar la necesaria unidad nacional, para abordar las causas fundamentales de su prolongada crisis.

“Sin embargo, nos encontramos en un punto de inflexión, cuya prioridad es pacificar y llevar toda la ayuda humanitaria posible para paliar la desesperación que vive la población haitiana”, evaluó.

Durante su participación en esta reunión del Consejo de Seguridad, donde se debatió el informe del secretario general de la ONU, António Guterres, en cumplimiento de la resolución 2645 del Consejo, el canciller dominicano estuvo acompañado por el embajador representante permanente de República Dominicana ante este organismo internacional, José Blanco, y la embajadora alterna, Joan Cedano.