El canciller Roberto Álvarez dijo hoy en la ONU que en Haití, con la conformación del Consejo Presidencial de Transición, ha aparecido "una luz tenue, pero esperanzadora", y paralelamente volvió a descartar que en el país exista alguna posibilidad de instalar un campo de refugiados con haitianos emigrantes o detener las deportaciones de indocumentados.
“Hace dos años no se visualizaba una salida para la situación en Haiti, solo oscuridad; hoy aparece una luz tenue, pero esperanzadora que indica el inicio de un nuevo sendero. ¡Ojalá que así sea!”, exclamó en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Destacó que República Dominicana ha mantenido sus políticas de solidaridad con Haití, "a pesar del sacrificio que esto implica", y repitió que más que eso nadie puede pedirle al país.
"No podemos ir más allá de nuestras posibilidades materiales y menos aún adoptar medidas que atenten contra la estabilidad y seguridad de nuestro país. Simplemente no lo permitiremos, pídalo quien lo pida”, dijo en alusión a esos campos de refugiados.
El presidente Luis Abinader, en La Semanal de este lunes, asimismo aludió al asunto y aclaró que no existen presiones internacionales en ese sentido, algo que no obstante no se aceptaría, sostuvo.
En el caso de Washington, repitió que no ha recibido "presión directa" del Gobierno de Joe Biden para variar la política migratoria del país.
"No hemos recibido presión ni tampoco la aceptamos. El presidente Biden ni la Casa Blanca, directamente, han presionado al país con el tema haitiano. Han sido respetuosos de la soberanía de la República Dominicana", afirmó el jefe de Estado durante la rueda de prensa La Semanal, que celebró este lunes en la ciudad de Santiago.
Abundó que su Gobierno continuará cumpliendo la ley de migración y la Constitución. "Biden nos ha dicho que respeta nuestras leyes migratorios", agregó.
El canciller Álvarez añadió por su parte que la colaboración dominicana además se amplió en días pasados a la evacuación, "a través de su territorio, de personal de las Naciones Unidas y otras organizaciones, así como de diplomáticos y nacionales de más de una docena de países, incluyendo varios que son miembros del Consejo de Seguridad".
Castigo o violencia descarrilará el proceso
Álvarez llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a identificar y sancionar a los culpables de la violencia en Haití, como una forma de apoyar el nuevo proceso político que se impulsa en ese país.
Hace casi dos años se adoptó la resolución 2653 sobre ello, pero solamente se ha sancionado "a cuatro reconocidos criminales, sin repercusiones para los verdaderos financiadores y responsables de la inseguridad generalizada en el vecino país", subrayó.
“Si no se aplica con rigurosidad el régimen de sanciones, si no hay consecuencias, los actores que están detrás del financiamiento de las bandas criminales pueden descarrilar el delicado proceso político al que Haití está abocado”, alertó.
En ese sentido, también urgió al organismo a aplicar con mayor rigor el embargo de "armas ilegales que ahogan a Haití".
Declaraciones a la agencia EFE
El Gobierno dominicano no va a cesar las deportaciones de haitianos y no tiene ninguna intención de abrir campamentos de refugiados para ellos, dijo este lunes a EFE el canciller dominicano, Roberto Álvarez, tras participar en una sesión del Consejo de Seguridad sobre Haití.
Álvarez dijo que la República Dominicana "no puede con la cantidad de haitianos que ingresan diariamente en el país. Sencillamente es inaceptable", sentenció.
Hace dos semanas, Amnistía Internacional (AI) solicitó al Gobierno dominicano parar las deportaciones ante la situación de extrema inseguridad que vive el país vecino, en línea con la petición de la Organización Internacional de Migraciones (OIM, organismo de la ONU) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El canciller dijo conocer la petición de Amnistía, pero respondió que las deportaciones "no van a cesar"; además, recordó que su país no es el único de la región que practica estas deportaciones (también lo hace Estados Unidos, que él no mencionó).
El mes pasado, el Gobierno haitiano cifró en 24.000 el número de haitianos deportados entre el 1 de enero y el 15 de marzo, según indicó una fuente oficial a la CNN.
Álvarez declaró a EFE que su país ejerce de "imán" para los haitianos, siendo como es "la séptima economía de América" y Haití el país más pobre, y recordó además que hay una gran cantidad de haitianos que residen legalmente en el país "y no son molestados", pero República Dominicana no puede aceptar ese continuo ingreso sin control.
Sobre la posibilidad de abrir para ellos campos de refugiados, la descartó tajantemente: "Eso es imposible", dijo, tras recordar que la vida media de un campo de refugiados en el mundo es de 10 a 15 años.
Poco antes, dentro del Consejo, el canciller pidió a la comunidad internacional una actitud más decidida con respecto a las sanciones a Haití, pues solo se han aplicado "a cuatro reconocidos criminales, sin identificar a los verdaderos responsables de la violencia generalizada".
Además, pidió mayor rigor con el embargo de armas, municiones y pertrechos, que según él no se está cumpliendo, y recordó al respecto que República Dominicana no es productor ni importador de armas, por lo que no tiene ninguna responsabilidad en que el país vecino esté inundado de armas ilegales en poder de las bandas criminales.