Uno de los bomberos que la madrugada de este viernes acudió a apagar el incendio que consumió una vivienda matando a diez personas solo cayó en cuenta en el último minuto que eran sus familiares, entre ellos su hijo, su hija, su suegro, su cuñado, su cuñada, tres nietos y otros dos familiares.

El impactante suceso se registró en la localidad de Nescopeck, en Pensilvania, informó la Policía estatal en un comunicado.

El bombero Harold Baker dijo al diario local Citizens' Voice que no se dio cuenta de que iba a socorrer a sus familiares hasta que el camión de bomberos giró la esquina de una calle y vio la vivienda.

Los menores fallecidos tenían cinco, seis y siete años, indicó la Policía, que dijo haber abierto una investigación criminal sobre el suceso.

Tres hombres consiguieron salir de la casa y ponerse a salvo, pero los tres menores y siete de los adultos quedaron atrapados por el fuego.

Todavía se está investigando la causa del incendio y la Policía está interrogando a quienes pudieron salir a tiempo de la vivienda.