Para Edward Davis, entrevistado por el periódico norteamericano Boston Globe, los motivos por los cuales César Emilio Peralta, alias César el Abusador, pudo haberse sentido tan irrespetado por David Ortiz como para ordenar su muerte el 9 de junio del 2019, siguen sin estar claros.
Davis explica que sus hallazgos se basan en inteligencia de fuentes policiales estadounidenses y en la investigación de Ric Prado, en República Dominicana.
Ambos fueron contratados por el exastro de las Grandes Ligas para indagar el atentado en el que casi perdió la vida.
Davis y Prado alegan que el motivo de Peralta para ordenar dispararle a Ortiz probablemente fue una acumulación de desprecios y celos percibidos, esto dado que no encontraron evidencia de que Ortiz participara en ningún tipo de negocio con Peralta o lo conociera más que incidentalmente.
El informe compartido por The Boston Globe, y que aborda la posible causa de irritación de Peralta contra Ortiz, parte desde el año 2015, cuando el exjugador dominicano organizó una fiesta de cumpleaños en el Aqua Club de Santo Domingo, propiedad Peralta y que luego sería identificada por las autoridades estadounidenses como una de las presuntas empresas de lavado de dinero de Peralta.
Ortiz negó conocer que el centro era propiedad de Peralta.
Un año después, tras su retiro de las Grandes Ligas, la presencia de Ortiz en la escena nocturna de Santo Domingo se hizo notoria. En ese entonces, Peralta era dueño de clubes exclusivos en la ciudad. Ambos coincidían, según el informe, y en ocasiones, por petición de Peralta, Ortiz posaba con el primero para una foto.
En este punto, destaca el Boston Globe, citando a Prado, el ascenso del Big Papi como centro de atención en sus clubes, creaba celos en César el Abusador.
También fueron vecinos por un tiempo, agrega el reportaje. Ambos residieron en el mismo edificio de condominios de lujo en Santo Domingo, el Naco Blue Tower, Ortiz un piso debajo de Peralta.
Según la publicación, Ortiz se mudó a la torre antes que Peralta “porque era demasiado obvio que había mucha gente rara entrando al edificio y yo no me sentía cómodo”.
Primer incidente
La investigación compartida por The Boston Globe sobre el informe de Davis y Prado destaca un primer incidente, en el que David Ortiz “se quejó cortésmente” con César Emilio Peralta por una ruidosa fiesta nocturna. El recientemente exaltado al Salón de la Fama Nacional de Béisbol de Cooperstown creyó que Peralta se sintiera ofendido por la acción. Prado, sin embargo, afirma que Peralta pudo haberlo tomado como un insulto.
Además, sostiene Prado, el edificio llegó a ser conocido en las calles como “la Torre Big Papi”, lo que pudo haber irritado aún más a Peralta.
“Al igual que otros capos importantes, el ego de Peralta es tan grande que no podía permitirse el lujo de que le usurparan el poder”, indica el Globe, al citar a Prado.
Prado dijo al medio norteamericano que Peralta “era el rey de las calles, el rey de los clubes y el tiburón más grande del agua. Si alguien intentara usurpar ese poder, consciente o inconscientemente, se lo tomaría como algo personal”.
Teoría de otro motivo
En República Dominicana se hizo conocida la versión que atribuía el atentado a una presunta relación sentimental que David Ortiz tendría con la esposa o la novia de César Emilio Peralta. En conversación con el periódico ubicado en Boston, Ortiz negó rotundamente esta versión.
El periódico rescata en su reportaje una supuesta copia de un cheque bancario que circuló en las redes sociales y que sugería que Ortiz pagó US$ 84,500 para comprarle un Lexus a una mujer el día antes de que le dispararan.
Algunos medios de comunicación intentaron vincular a la mujer con Peralta, algo que rápidamente fue rechazado por el asesor de comunicaciones de Ortiz, Joe Baerlein, afirmando que se trataba de informaciones sin fundamentos.
También descartó la autenticidad del cheque, aunque Ortiz otorgó dinero a una vieja amiga, el cual era insuficiente, según Baerlein, para comprar un Lexus nuevo.
El asesor de comunicaciones sí confirmó que Ortiz y la mujer visitaban ocasionalmente un club propiedad de Peralta, pero ella ha negado tener alguna relación con Peralta.
Pese a todo, tanto Prado y Davis sostienen que Peralta pudo haberse molestado “porque otras mujeres en su círculo parecían querer a Ortiz”.
“Incluso si no hubo una aventura, el solo hecho de que una de las mujeres de Peralta se sintiera atraída por David o estuviera coqueteando con él, eso podría ser visto por Peralta como una afrenta”, indica Prado.