El presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, informó este lunes en su intervención en LA Semanal que más de 800 mil usuarios se mantienen conectados ilegalmente a la red eléctrica y sin pagar ninguna factura.
Estas conexiones ilegales son una de las causas principales de la sobrecarga de la red eléctrica del país, lo que está provocando frecuentes cortes de luz debido a averías, sostuvo.
Marranzini destacó que la demanda de energía eléctrica ha crecido de manera exponencial desde el año 2020, en las tres distribuidoras del país: Edenorte, Edesur y Edeeste.
Comparó la demanda actual con la de 2019, señalando que el crecimiento ha sido significativo en todas las regiones.
En 2023, la demanda aumentó un 24% en Edesur, un 23% en Edenorte, y un 27% en Edeeste, lo que ha puesto una presión considerable sobre las infraestructuras existentes.
Sobrecarga
El presidente del CUED explicó que muchas de las subestaciones eléctricas del país, construidas en las décadas de 1950 y 1970, no están diseñadas para manejar la demanda actual.
Como resultado, los transformadores de potencia están operando por encima de su capacidad: en Edenorte en más de un 9%, en Edesur un 42,37% y en Edeeste un 44,62%.
Esta sobrecarga no solo afecta a los circuitos regulares, sino también a aquellos que operan las 24 horas, provocando interrupciones adicionales y pérdidas de energía en todas las provincias del país.
Marranzini subrayó la falta de inversiones necesarias en las subestaciones eléctricas como uno de los principales problemas que enfrenta el sector.
Esta situación se ha agravado por el aumento en los precios de los combustibles, que se han duplicado desde 2020, obligando al gobierno a destinar recursos a subsidios para evitar aumentos en las tarifas eléctricas.
Además, los problemas logísticos generados entre 2020 y 2022, debido a la guerra y otros factores globales, han complicado aún más el panorama energético.
Inversiones necesarias
Según José Luis Moreno San Juan, director del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, es imposible satisfacer la demanda energética sin las inversiones necesarias en las redes de distribución.
Para enfrentar estos desafíos, el Gobierno dominicano, en conjunto con el CUED, ha planificado una serie de medidas.
Entre ellas se incluye la reducción de las pérdidas de energía para 2027, con objetivos específicos para cada distribuidora: Edenorte y Edesur, que actualmente sufren pérdidas del 26% y el 32%, respectivamente, buscan reducirlas al 20%, mientras que Edeeste pretende bajar sus pérdidas del 56% al 41%.
Asimismo, Marranzini anunció que se están ejecutando las inversiones necesarias para modernizar el sistema eléctrico, incluyendo la reposición de equipos y la expansión de las redes de distribución.
Estas inversiones, que cuentan con el apoyo de bancos multilaterales, como los 255 millones de dólares del Banco Mundial, buscan mejorar la eficiencia de las distribuidoras y reducir las pérdidas energéticas.
El desafío, según Marranzini, también incluye convertir las conexiones ilegales en legales y concentrar recursos en las áreas con mayores pérdidas de energía, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia y estabilidad en el suministro eléctrico para el año 2027.