Antes de las 12:00 del mediodía de este jueves, la mayoría de los vendedores del mercado de pulgas, que opera en el distrito municipal San Francisco de Jacagua, en la autopista Presidente Joaquín Balaguer, empezaron a retirar sus tiendas para marcharse por la falta de clientes.
Y es que un día de ventas normal en el mercado, según afirmaron vendedores consultados por el equipo de acento.com.do, "es a esta hora cuando el negocio se pone bueno”.
Lara, quien asiste cada jueves al mercado desde Bonao, capital de la provincia Monseñor Nouel, afirma que no valió la pena el viaje esta vez, porque no asistió el público acostumbrado, tanto haitianos como dominicanos y las ventas se redujeron en más de un 50 % por ciento.
Aunque todas las carpas y tiendas del mercado fueron habilitadas, en los puestos los vendedores chateaban y algunos incluso, dormían siestas, a la espera de los compradores.
Los vendedores aseguran que mucha gente no asistió al mercado porque, a raíz del cierre de la frontera de la provincia de Dajabón, mucha gente pensó no habría mercado este jueves, pero Lara, tiene una visión más crítica, considera que muchos comerciantes y clientes no asistieron por temor, ante el conflicto actual entre Haití y República Dominicana, por la construcción de un canal en el río Masacre, que se llevaría agua al territorio del país vecino.
Alberto Jimínez (Bozo), administrador del mercado en el que hay más de mil puestos, asegura que un día de venta normal representa un movimiento económico que oscila entre 20 y 25 millones de pesos.
Jiménez aseguró que la operatividad del mercado se redujo en un 55 % este jueves, producto de la crisis en la zona fronteriza de la provincia Dajabón.
Los vendedores esperan que, en la próxima semana, se haya subsanado el problema para recuperar las ventas que no se pudieron hacer en esta fecha.