Abraham Hazoury, principal impulsor del Aeropuerto Internacional de Bávaro (AIB), declaró que por las actuaciones del Grupo Puntacana y del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), no sabe en este momento qué lo motiva más, si el desarrollo del proyecto empresarial para beneficio del país, o la oportunidad que le dan para "desenmascarar y evidenciar una de las mayores farsas y simulaciones de la historia de la República Dominicana”.

La reacción del empresario ocurre 16 días después de que este medio diera a conocer el contenido de una carta de Simón Suárez, vicepresidente del Grupo Puntacana, en relación con la sentencia que acaba de emitir el Tribunal Superior Administrativo, rechazando el recurso presentado por el AIB, contra la resolución del IDAC que declaró ese aeropuerto como lesivo al interés nacional.

Maqueta del Aeropuerto Internacional de Bávaro
“Debo confesar, señor director, que paso por un momento de confusión. No se que me motiva más, el desarrollo de un proyecto tan ilusionante y positivo para la región este y nuestro país como el Aeropuerto Internacional de Bávaro, o la oportunidad que me dan estos rufianes para desenmascarar y evidenciar una de las mayores farsas y simulaciones de la historia de la República Dominicana”. Así se expresa Hazoury en una carta dirigida al director de Acento, y fechada este 27 de febrero.

La comunicación afirma que, supuestamente, el IDAC se ha adherido a la posición del Grupo Puntacana, corporación que desde hace varios años defiende por todos los medios el monopolio y control del sector aeroportuario del país.

Vista parcial del Aeropuerto Internacional de Punta Cana

Hazoury  se refiere a Simón Suárez como un subalterno del principal propietario del Grupo Puntacana, Frank Rainieri, a quien no menciona nunca por su nombre en la comunicación.

Hazoury expresa: “Debe entender el Grupo Puntacana que sus actuaciones y las acciones llevadas por el IDAC en la exclusiva defensa de sus intereses, a quien ha asestado realmente un golpe de gracia es a la libre competencia, a la seguridad jurídica, al estado de derecho y a la continuidad del Estado en la República Dominicana. Lo que hoy celebra dicho grupo empresarial como un éxito de su alevosa autoría será verdaderamente lesivo a nuestro país, a sus ciudadanos y a los grandes esfuerzos del Gobierno del Presidente Abinader por atraer inversionistas internacionales y nacionales para que participen en nuevos proyectos privados y bajo la modalidad de Asociación Público Privada (APP)”.

Le recomienda al Grupo Puntacana y a Simón Suárez “mayor prudencia”, porque el país aún se mantiene en una crisis y advierte que la connivencia de grupos empresariales con políticos podría desatar consecuencias mayores: “Hago al Sr. Suárez y a su patrón esta sincera recomendación, acerca de los procesos sociales que se avecinan en el mundo, porque estoy más que convencido de que serán comparables con la Revolución Francesa de 1789 y la Revolución Bolchevique de 1917, como consecuencia de las desigualdades y deuda social acumuladas que se han evidenciado ostensiblemente durante la pandemia”.

Finalmente, la carta de Hazoury explica que el Grupo Puntacana puede ser objeto de estudio. 

El párrafo dice así: “Conociendo como conozco las interioridades y ligerezas de quien representa el Sr. Suárez, les recomiendo detener sus abusos de poder, para evitar convertir Grupo Puntacana en sujeto de un estudio de caso por parte de toda la sociedad, sobre lo que representa, supone y constituye la evasión, el enriquecimiento ilícito a costa de fondos públicos, el fraude y la impunidad”.

A continuación la carta íntegra: