La Fundación Ciencia y Arte abogó por una relación armoniosa y de cooperación entre Haití y la República Dominicana .

Dijo que la relación entre ambos paises que estar sustentadas en el respeto, la armonía, colaboración y cooperación entre sus Estados, gobiernos y pueblos.

En un comunicado, los ejecutivos Jacqueline Boin, presidenta y José Serulle Ramia, presidente fundador, expresaron que ha quedado claramente establecido que el mantenimiento de relaciones de cooperación entre las dos naciones es perfectamente posible.

Indicaron que los pueblos haitiano y dominicano tienen intereses comunes y divergentes, a imagen y semejanza de sus características fronterizas, geográficas, medioambientales e históricas y de sus procesos desiguales de desarrollo socio-económico y político. Sin embargo, los niveles de interdependencia entre ambas naciones caribeñas son altamente elevados.

“La República Dominicana, por los factores que se vienen acumulando desde la primera Ocupación Militar de la isla (1915-1916), depende en gran medida, para el buen desenvolvimiento de muchos de sus sectores productivos y de circulación de mercancías, de la mano de obra de Haití. Más, la República de Haití se ha convertido desde hace más de dos décadas en el segundo socio comercial de la República Dominicana. Se beneficia también de las inversiones netas de capitales que provienen del país vecino, las que se vienen incrementando en varias ramas de la economía desde la década de 2010 (luego del terremoto que azotó gran parte del territorio, población y economía haitianos, en particular de Puerto Príncipe, su capital y fruto de la inestabilidad actual)", sostiene el comunicado

Dice además, que de la misma manera, las universidades dominicanas, en particular las privadas, son beneficiarias del numeroso contingente de estudiantes haitianos. "Estos, según las propias autoridades de ese sector educativo, alcanzan, por lo regular, excelentes niveles académicos, amén de ser disciplinados y educados”.

En tanto que, Haití depende grandemente de la República Dominicana por los beneficios que recibe, gracias a los ingresos salariales (gran parte de esa masa salarial se convierte en montos de remesas para el país vecino), del abastecimiento de los productos de primera necesidad, de la construcción y de importantes servicios básicos sociales (salud, educación) aportados por la República Dominicana, expresaron los fundadores de la FCA.

Sostienen Boin y Serulle Ramia que el desarrollo económico de la zona fronteriza, la creación de fuentes de trabajo en la misma y el ordenamiento territorial (manejo racional de sus cuencas hidrográficas y sus bosques, fauna y flora), institucional y administrativo de los pasos y zonas fronterizos, es vital para regularizar y estabilizar el movimiento migratorio y controlar las actividades ilícitas entre las dos partes de la isla.

Más educación en la frontera

Manifiestan que para agilizar la evolución de la armonización de las relaciones dominico-haitianas, es necesario instrumentar un proceso educativo que conduzca a que los dos pueblos se conozcan mejor y eliminen los prejuicios que tienen el uno del otro. En ese sentido, se impone promover el respeto a sus respectivas formas de producir y valores culturales, es decir, sus niveles alcanzados de desarrollo, sus lenguas, sus creencias y sus expresiones artístico-culturales.

“Un centro estatal, en ambas naciones, de investigación y formación sobre las relaciones dominico-haitianas, aportaría insumos a la toma de decisiones de políticas a ser aplicadas por las autoridades de ambos países. La Fundación Ciencia y Arte dispone de material escrito y fotográfico para hacer publicaciones digitales sobre la historia de las relaciones existentes entre la Repúblicas Dominicana y Haití".

Además, indican que es importante pensar en el corto plazo en la creación de un Instituto de Cooperación de la República Dominicana atado al Ministerio de Relaciones Exteriores.