Nada menos que 68 científicos laureados con el Premio Nobel en Medicina, Física, Química y Economía le expresaron al presidente argentino, Javier Milei, su “profunda preocupación” porque “el sistema argentino de ciencia y tecnología se acerca a un peligroso precipicio y nos desalientan las consecuencias que esta situación podría tener tanto para el pueblo argentino como para el mundo”.

En una carta enviada a la Casa Rosada y a los despachos de otros funcionarios, estos 68 científicos le advierten al nuevo gobernante argentino sobre "la destrucción de un sistema que será muy difícil de reparar" y le enumeran los frutos cosehados por la ciencia argentina y el impacto de ella a escala global.

En esa carta recriminan que Milei eliminara el Ministerio de Ciencia y Tecnología (CyT) y, además, despidiera a empleados del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en esa nación del cono sur americano, que cosecha logros significativos pese a recibir solamente el 0,1% del presupuesto nacional argentino.

“Tememos que Argentina esté abandonando a sus científicos, estudiantes y futuros líderes de la ciencia”, le expresan en ese texto y le subrayamn que muchos de los 68 "hemos sido testigos de las contribuciones transformadoras de la ciencia argentina” en salud, producción agropecuaria o preservación ambiental e, incluso, con investigaciones “para la comprensión del funcionamiento del Universo”.

“Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos, las causas y el tratamiento del cáncer, la diabetes y enfermedades cardiovasculares habrían seguido siendo un misterio durante décadas”, destacan y enumeran los valiosos aportes de Argentina al mundo.

La investigadora argentina del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en bioquímica Dra. Viviana Parreno (I), veterinaria Dra. Gisela Marcoppido (C) y Dra. Marina Bok, investigadora veterinaria del INTA, trabajan en el laboratorio INCUINTA del INTA Castelar en Hurlingham, Buenos Aires, Argentina, el 2 de junio de 2020. "Toda mi vida es un virus", resume la investigadora argentina Viviana Parreno, líder de un equipo científico que ha encontrado una manera de neutralizarlos utilizando nanoanticuerpos 'cultivados' en llamas, una experiencia que ahora busca ser la clave para luchar contra la covid-19. (Foto de JUAN MABROMATA/AFP)

“La dramática devaluación de los presupuestos del Conicet y las Universidades Nacionales refleje no solo una dramática devaluación de la ciencia argentina sino también una devaluación del pueblo y del futuro de Argentina”.

“Si no fuera por los geólogos y paleontólogos argentinos el mundo ignoraría cómo se formaron los Andes”, describe la carta, y suma los hallazgos de “la fauna que habitó el continente hace millones de años”, explicando su riqueza en minerales y petróleo. “Es el único país de la región que ha desarrollado su propia vacuna contra la Covid-19, construido y lanzado satélites de comunicaciones y diseñado y construido reactores nucleares de próxima generación” que no sólo se han exportados sino que ofrecen también alternativas de uso médico.

“Como ciudadanos del mundo, nos beneficiamos de este legado”, sostienen y le instan a que restablezca "los presupuestos sometidos a restricciones impuestas recientemente al importantísimo sector científico y tecnológico de su país”.

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Proyecto QUBIC del Conicet, el Ministerio de CyT y la Unión Europea. Instalación del Qubic, el radiotelescopio más potente del mundo en la provincia argentina de Salta.