Al menos 53 personas fueron detenidas y más de 120 viviendas fueron allanadas este viernes en distintos barrios de la capital chilena, Santiago de Chile, en un megaopeativo policial, cuyo objetivo era localizar a miembros de la banda de origen dominicano que se apoda irrespetuosamente "Los Trinitarios".
"Es posiblemente el procedimiento más grande que se ha hecho desde el inicio de la reforma de la justicia en la Región Metropolitana" de Santiago de Chile, dijo en declaraciones a los periodistas el fiscal nacional, Ángel Valencia.
Los detenidos, en su mayoría extranjeros de distintas nacionalidades y en situación irregular, están acusados de tenencia ilegal de armas, asociación ilícita, lavado de activos y narcotráfico, entre otros delitos, de acuerdo a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), que lideró el procedimiento junto al Ministerio Público.
El megaoperativo, en el que participaron cerca de un millar de funcionarios de distintas instituciones, tuvo su epicentro en un asentamiento irregular en el barrio de Cerrillos, en la periferia suroeste de la capital.
"No hay lugar en el territorio de la República en el que la ley chilena no se aplique y ese es el mensaje que queremos transmitir", añadió el fiscal.
Los integrantes de "Los Trinitarios", una banda de origen dominicano con ramificaciones en todo el mundo, usaban supuestamente esta "toma", conocida como "Nuevo Amanecer", como base para distribuir droga y lavaban el dinero en distintos negocios de la capital, entre ellos varias barberías, según la PDI.
"Cuando el Estado retrocede, entra la delincuencia y el crimen organizado a controlar los territorios. Para enfrentar la delincuencia, el crimen organizado, el narcotráfico y la trata de personas hay que tener presencia coordinada de las instituciones del Estado", indicó por su parte la vocera del Gobierno, Camila Vallejo.
Chile vive desde hace unos años un aumento de la delincuencia que ha llevado a la tasa de homicidios a crecer desde los 4,5 por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,7 en 2022.
Sin embargo, el país sigue siendo uno de los más seguros del continente, pero la sensación de inseguridad no para de crecer entre la población y el crimen se ha convertido en la mayor preocupación ciudadana, por encima de la economía.