Cada 24 de septiembre, los dominicanos celebran el día de la Virgen de las Mercedes, conocida como la Patrona de República Dominicana. Esta advocación mariana es venerada desde 1844, consolidándose como una de las figuras religiosas más importantes del país.
El origen de esta veneración se remonta al 1 de agosto de 1218, cuando la Virgen María, en su advocación de Virgen de la Merced, se apareció a San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced; al rey Jaime I de Aragón, y a san Raimundo de Peñafort.
Cada año, devotos de distintas partes del país y el mundo visitan el santuario El Santo Cerro, en La Vega, para cumplir promesas, pedir favores y participar en las eucaristías en honor a la Virgen.
En ciudades como Cabrera, Constanza, Hato Mayor, Imbert, Pimentel y Sabana Grande de Palenque, la Virgen de las Mercedes es la patrona espiritual, y se celebran fiestas patronales en su honor.
La leyenda cuenta que en 1495, durante una batalla entre indígenas y españoles, apareció la imagen de la Virgen en una cruz de madera.
Esta aparición fortaleció la devoción, y en 1615, tras un terremoto que sacudió la ciudad de Santo Domingo, fue declarada "Patrona de la Española" por el Cabildo de Santo Domingo.