Más de 400 0bras engalanan en estos momentos los diferentes espacios expositivos del Museo de Arte Moderno homenajeando al Maestro Ramón Oviedo en sus 100 de nacimiento. En formatos distintos, pequeñas obras, grandes producciones que ocupan dimensiones espaciales extraordinarias, hasta pequeñas y destacadas obras que dan significación a la grandeza del Maestro, son parte de las sorpresas de esta majestuosa convocatoria hecha por la Fundación Oviedo y su familia y acompañada de cuadros de desinteresados e importantes colecciones para dar la elegancia y grandeza a la muestra.
Humilde en su rato, firme en sus posiciones sociales en ese vínculo entre arte y compromiso social en el que desempeñó un gran papel en los años en que al Maestro le tocó jugarse su posición como artista colocándose del lado de las mejores causas sin afectar la calidad de su obra, creciéndose en su desempaño y responsabilidad con su país y con la historia y ganando aún más el respeto de todos y todas.
Reconocido con premios y destacándose como un gran artista, Ramón Oviedo supo trascender a los niveles alto de la demanda artística nacional e internacional y convertirse en un referente de nuestro arte, y en una figura respetada. Su trato afable cada vez lo subía a la cima como Maestro en sus diálogos con críticos de arte, estudiantes de arte, periodistas y público en general que demandaban de sus sabias opiniones sobre su obra y el arte en sentido general.
Dominando varios géneros como el retrato, la pintura, el óleo, y con gran destreza de las técnicas, el Maestro se ganó el respeto de sus seguidores y del público dominicano. Esta muestra de los 100 años de Oviedo es prueba de su calidad artística como vemos en la sala de los retratos y en obras de tamaño gigantes que caracterizaron una parte de si producción, pero también en la muestra del Museo de Arte Moderno se destacaron todo tipo de técnicas, todo tipo de formatos, y una variedad de obras que muestran en el artista, su universalidad.
Bueno es destacar que al mismo tiempo que se presenta esta grandiosa muestra del Museo de Arte Moderno, con una selección extensa y gracias a la colaboración de importantes y selectos coleccionistas, el artista circuló por diferentes salas dándole al centenario de su celebración versatilidad y grandilocuencia que nos permitió ver la grandeza de su producción, la calidad en cada caso de sus intersticios artísticos y por supuesto, la gama de su extensa obra.
Es así como en los salones del Centro Cultural Perelló, en Baní nos encontramos con una muestra exquisita de su majestuosidad estética, del contenido de sus composiciones artísticas y de su calidad en forma y contenido de su obra, como igualmente en las salas de Bellapart, donde se seleccionó una bella muestra que tradujo una diversidad expositiva que engrandece la calidad artística de Ramón Oviedo y su indudable dimensión como Maestro del arte dominicano, o por su lado, la muestra de artistas externos pintando al Maestro en la Sala expositiva del Centro Cultural Banreservas, donde un selecto grupo de artistas, le pintó y lo pintó, desde sus prismas creativos, y libertades interpretativas, inspirado en su obra, seleccionados entre jóvenes y más veteranos que resituaron a Ramon Oviedo en esa gran dimensión de artística nacional.
Con una bella, diversa y delicada curaduría, el Museo de Arte Moderno se lució con la representación de esta exposición Oviedo 100 años, que desde distintos formatos y con distintos contenidos, nos presentaron quién fue este artista, qué produjo, cuáles historias nos contó a través de su lienzo y cómo 100 años después nos permiten estos esfuerzos mancomunados de estas instituciones, redimensionar su obra y su calidad artística que celebramos con gran júbilo.