Los científicos han documentado que el ser humano existe desde hace unos 200 mil años. El destacado intelectual y profesor estadounidense Noam Chomsky ha planteado en sus publicaciones y en charlas que ofreció en nuestro país, a las que tuve el privilegio de asistir, su revolucionaria teoría lingüística publicada en los años cincuenta, según la cual el cerebro humano está dotado de una capacidad al nacer o innata para aprender con facilidad cualquier lengua. Esta teoría ha sido confirmada por investigaciones recientes a nivel animal, principalmente con ballenas jorobadas, algunas dirigidas por Steven Pinker.
Chomsky también afirmó que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo y que la ignorancia es la mejor aliada del control y la manipulación de gente. Para ilustrar esto, pondré algunos ejemplos.
Cuando los españoles llegaron a estas tierras en 1492, encontraron pobladores, llamados indígenas o tainos, que hablaban otra lengua y, quizás, al no poder comunicarse con ellos, los consideraron una especie diferente. Sin embargo, unos frailes franciscanos enseñaron a leer y escribir a algunos niños, entre ellos a uno llamado Guarocuya, de 5 o 6 años, conocido por la historia como Enriquillo. Se conserva una carta escrita por él al rey de España en 1532; que sirve de evidencia de que los taínos eran realmente humanos. Desde entonces se ha establecido, que la capacidad de leer y escribir es una de las principales diferencias entre el ser humano y otros animales.
Los religiosos, el español San Ignacio de Loyola, nacido en 1491, hace mas de 500 años, y el francés San Juan Bautista de La Salle, nacido en 1651, hace más de 300, se consideran los europeos más reconocidos e influyentes en el mundo por sus escritos y obras educativas.
La maestra Ercilia Pepín trascendió en una época en la que las mujeres no eran admitidas en las escuelas rurales dominicanas; cuando pronunció en 1917, en el país, en Estados Unidos y Europa, una conferencia, donde demostró que la nación contaba con personas capaces de gobernarla, en desafío al ocupante norteamericano.
Al profesor Juan Bosch lo elegieron presidente de la República Dominicana, votantes que no lo conocían. Igualmente, el doctor José Francisco Peña Gómez ganó unas elecciones, aunque le impidieron ejercer la presidencia. Ambos hablaban y escribían magistralmente el idioma español.
El país ha avanzado en algunos órdenes, pero persisten altos niveles de pobreza y bajos índices de educación, debido a las deficiencias en el sistema de enseñanza-aprendizaje y al pobre dominio del lenguaje.
Afortunadamente, esta semana el genial artista dominicano Juan Luis Guerra fue condecorado por el Rey de España en reconocimiento a su enorme contribución a la difusión y enriquecimiento de la lengua española; a través de la calidad de las letras y el valor poético de sus canciones.
En resumen, la magia de Enriquillo, Loyola, La Salle, Ercilia Pepín, Bosch, Peña Gómez y Juan Luis Guerra podrían atribuirse a su elevada inteligencia o talento lingüístico. Por esta razón, es tiempo de que el gobierno dominicano priorice mejorar la educación y el dominio del lenguaje. Igualmente, es oportuno que a Juan Luis Guerra, como lo recibió un famoso artista inglés, lo postulen, por sus significativos aportes, para un Premio Nobel de Literatura.
** Este artículo puede ser escuchado en audio en Spotify en el podcast Diario de una Pandemia por William Galván
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