A través de las operaciones con Cemento Asfáltico Caliente (AC-30), el supuesto entramado de corrupción encabezado por Alexis Medina, hermano del expresidente Danilo Medina, logró cometer maniobras fraudulentas para distraer fondos del patrimonio público.
Durante años, según las autoridades, un grupo privilegiado de empresas suplían de forma monopólica el producto al único comprador: el Estado dominicano.
Uno de los que más beneficiados con estos contratos fue Alexis Medina a través de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).
Específicamente, en el expediente instrumentado por el Ministerio Público en el caso Antipulpo aparece Francisco Ramón Brea Morel (a) Johnny Brea, gerente de operaciones de General Supply Corporation S.R.L. (empresa de Alexis Medina), en el muelle de Boca Chica, como una de las personas que cometió los supuestos hechos ilícitos con el AC-30.
El expediente dice que Alexis Medina “ordenó a Brea Morel la falsificación de los conduce de la operación de los quinientos mil galones de Cemento Asfáltico Caliente (AC-30) que fueron pagados a General Supply Corporation por la OISOE, el 23 de julio del 202), por un monto de RD$68,828,524.40”.
Mientras que, a principios de este mes de diciembre, la Cámara de Cuentas de la República Dominicana rindió un informe en el que establecía las supuestas irregularidades en la compra del material, pero por parte del Ministerio de Obras Públicas cuando era dirigido por Gonzalo Castillo.
En esas acciones también estaría involucrada la empresa General Supply Corporation, a la que supuestamente se pagó de RD$3,500,000,000 sin evidencias de soporte documental por contrato de línea de crédito entre el Ministerio de Obras Públicas y el Banco de Reservas.
Dicho acuerdo alegadamente establece la retribución del 10 % en calidad de gasto por los servicios de diseño, administración e implementación del programa.
Mientras que en octubre del 2020, otro informe de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP) estableció que el Estado dominicano ha perdido un estimado de 60 millones de dólares anuales desde 2003 por vía de compra de AC-30 porque el comercio del producto se concentra en el oligopolio que mantienen las empresas Sargeant Petroleum, Inversiones Titanio SRL, Bluport Asphalt SRL y Petrolex Overseas, junto a otras vinculadas por relaciones accionarias.
“El asfalto AC-30 se ha convertido en una estrategia de robo”, dijo sincerado Carlos Pimentel, director general de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP).
En el registro de la DGCP sólo hay un contrato, realizado en la modalidad de proceso de excepción con Bluport Asphalt SRL de Axis Business LTD. Este contrato, valorado por 369 millones 356 mil 400 pesos, se registró el 24 de abril del 2019 y se aprobó ese mismo día.
A pesar de que sólo una figuraba con contrato vigente, en ese momento, las cuatro empresas estaban registradas como proveedoras del Estado en el Registro de Proveedores del Estado (RPE) y, de acuerdo a los datos recabados, la continuidad de sus operaciones se ha dado mediante adendas de los contratos que les fueron aprobados entre 2003 y 2006 bajo la sombrilla de la Ley 295.
¿Qué es AC-30?
Es un material altamente viscoso o casi sólido, con propiedades adhesivas e impermeables y cuya consistencia disminuye al ser calentado.
El AC-30 deriva del petróleo y se distingue por su viscosidad cinemática a 60ºC.
Es un producto recomendado para la construcción y conservación de carreteras.
La selección del tipo de AC-30 debe estar adecuado en función de las características climáticas de la zona y las condiciones de operación de la vía a intervenir.