1.- Ser un dominicano auténtico, bien nacido, con sano juicio y querer al país, es convertirse en un ser humano apesadumbrado, muy angustiado.
2.- La alegría no acompaña a quien vive en un medio que genera estar deprimido, hundido, en estado de abatimiento, descorazonado.
3.- ¿Cómo puede estar motivada por el encanto y el entusiasmo esa persona sensible viviendo bajo fenómenos nocivos que causan espanto, desazón y contrariedad?
4.- Lo nefasto, desgraciado y lo torcido está aquí, ahí, a la vista de todas y de todos los que somos realistas y no tenemos necesidad de esconder nuestras feas realidades.
5.- Nadie permanece a gusto en un ambiente de desagrado, que solamente motiva incomodidad, repulsión, enojo y el deseo de abandonar el sitio.
6.- No es para sentirse anímicamente bien comprobar que la mitad de la población dominicana vive por debajo del límite de la pobreza. El necesitado es un ser privado de felicidad.
7.- Querer al país donde llegamos al mundo no es para celebrar, tomar a broma hasta destornillarse de risa, ni aplaudir al saber que no disponemos de servicios de salud y educación pública de calidad.
8.- Todo aquel que de verdad tiene amor por esta media isla está para permanecer triste al saber que necesitar un medicamento de alto costo es un próximo fallecido, porque el Estado no lo garantiza.
9.- Por muy duro de corazón que sea un connacional, de seguro que se aflige, atribula y se siente entristecido al tener conocimiento de que la generalidad de nuestro pueblo no tiene lo indispensable para vivir dignamente.
10.- Ningún conciudadano está de buen humor, como chico con zapatos nuevos, si permanece en estado de tensión ante la inseguridad y la criminalidad que le acechan por todas partes.
11.- Ninguna gente de aquí disfruta de tranquilidad espiritual, porque el crimen está de ahí a ahí; los apagones constantes y las abusivas alzas en los costos de la energía eléctrica traen indignación.
12.- Además de tener un país para apesadumbrar, las clases dominantes han aniquilado el amor propio, porque de nación libre, independiente y soberana nos han convertido en una afrenta por la sumisión a Estados Unidos de parte del gobierno central.
13.- ¿De qué patriotismo o nacionalismo puede un dominicano de sanos sentimientos enorgullecerse y gloriarse, si el gobierno se presta para servir como instrumento de choque y provocación contra pueblos y gobiernos que luchan por liberarse del dominio imperial?
14.- El gobierno dominicano, en la actualidad, ante el concierto de naciones, nos ha puesto a estar de mil colores, no saber dónde poner la cara y andar con el rabo entre las piernas.
15.- Solamente nuestros peloteros estrellas y atletas como Marileidy Paulino, nos hacen sentir satisfechos como dominicanos. Ellos, con mucha humildad, nos elevan e impulsan alegría.
16.- No nos engañemos. Querer, ser débil por nuestro lar nativo, entraña desear verlo material y culturalmente en condiciones propicias para con el trabajo manual e intelectual alcanzar el desarrollo y el progreso social.
17.- Las dominicanas y los dominicanos que tienen cariño a su lugar de nacimiento deben aspirar a verlo bien, a pedir de boca, de chuparse los dedos para que el pueblo se sienta como pez en el agua, de maravilla.
18.- Los grupos que hasta hoy han gobernado a nuestro país lo han hecho de manera miserable, malamente, fatal, para que esté de pena, sea pobre, menesteroso, y dé lástima como desdichado, lleno de necesidades.
19.- En los marcos del modelo económico vigente en el país, la mayoría de la población vive en una encrucijada, algo así como en un callejón sin salida. En un atolladero y no se ve nada satisfactorio para el verdadero pueblo.
20.- Lo que procede, para bien querer a nuestra patria maltratada, es motivar, incitar y de cualquier forma promover los nombres de Duarte, Luperón, Manolo, Rafael Fernández Domínguez y Caamaño, para que la gente buena de aquí se disponga a ser gobernada bajo un régimen que haga posible el desarrollo económico y social.
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