El título de este artículo de primera impresión podría resultarle al lector una aberración histórica, y no es para menos, debido que trata del apellido del ex dictador que gobernó a Republica Dominicana del 1930 al 1961.

La formación del apellido Trujillo-Molina resulta del matrimonio entre José Juan de Dios Trujillo Valdez, alias Pepito y Altagracia Julia Molina de Trujillo.

Sin embargo, su  legitimidad ha sido cuestionada, especialmente, el Trujillo, del cual se ha dicho, que José Juan de Dios Trujillo Mónagas, enfermero de descendencia española que vino al país, con la tropa de esa nación  durante la anexión de 1861,  aunque tuvo una relación con Silveria Valdez, la cronología del nacimiento de Pepito, no concuerda con algunos acontecimientos.

Al respecto, según Carlos Larrazábal Blanco, en Familias dominicanas, tomo VIII, Editorial El Caribe, 1980, dicho apellido se registra en la isla desde 1516 con varios brincos hasta volver a aparecer hacia 1862, y más luego, José de Dios Trujillo Valdez, de quien se aseguraba era hijo de Trujillo Mónagas.

Sin embargo,  J. Agustín Concepción, contrariando lo anterior, en ¨Dos tragedias y una falsedad¨, Editora Nivar, 1983, al hacer un análisis de fechas entre el parto de Silveria Valdez y la ausencia de Trujillo Mónagas, estableció que este se embarcó a cuba el 11 de julio de 1865, y que Pepito, o sea, de quien Rafael Leónidas recibe su apellido, había nacido el 25 de julio de 1866, al deducir que Trujillo Mónagas, habiendo estado  juzgándosele en  1886, por la muerte de Julián German declaró tener 19 años.

La fuente establece en su tesis una disparidad según el acta de nacimiento de la Oficialía del Estado Civil de Bani, dando cuenta que el  nacimiento de José Trujillo Valdez, fue el 25 de julio de 1865 , desprendiéndose la hipótesis, por habito de la época, que de otro vástago muerto, usaran ese nombre para ponerlo como hijo de Pepito, dado el hecho que Silveria tuvo hijos con varios hombres públicos, tales como; José María Caminero, y de forma taxativa plantea que Pepito, muy bien pudo ser hijo del general Braulio Álvarez, llegando a reforzarla para mostrar la cercanía oculta que existía entre los Alvares y los Trujillo-Molina,  diciendo que cuando los Álvarez, se mudan a San Cristóbal, se alojaron en la casa de Pepito Trujillo, dejando poco espacio para la inferencia, según concepción, 1983.

Concepción, cambió algunas informaciones, pero, recalca que¨ el practicante no fue el padre de Pepito¨, amparándose en el texto de la partida de acta de nacimiento que dice; ¨En el libro de Bautismo Núm. 9, Folio 60, numero (-), Parroquia Ntra. Sra. De Regla, se encuentra la partida de Bautismo, de José Juan de Dios Trujillo, nacido el 25 de julio de 1865, bautizado el día 8 de octubre de 1865, hijo legítimo. Padres: José Juan de Dios Trujillo y Silveria Valdez, Padrinos, José María Saldaña y Ángela Díaz. Ministro de sacramento: R.P. Francisco Z. Velásquez, en Bani R.D, a 26 de febrero de 1962 (fdo.): Lorenzo  Hart, cura párroco¨.

Aduciendo que esa sola confirmación de la fecha de nacimiento, resulta suficiente para descartar que el hijo de Silveria,  atribuido a Trujillo Mónagas,  fuera cierto, continuando diciendo, ¨a menos que se trate de un embarazo por lo menos de veintidós meses de duración, igual al tiempo que ya Trujillo Mónagas, llevaba apresado cuando nació Pepito.

Según aparenta el asunto, el meollo parece radicar en una pose social, al agregar  la fuente que el término legítimo, se trató de una complacencia y a quienes hicieron la declaración, ya que querían ocultar un nuevo concubinato de Silveria, y reasume que, Trujillo Mónagas y esta señora, no eran casados, para su hijo ser legítimo.

Y no conforme con lo dicho, contrariando a Robert D. Crassweller, Rodríguez Demorizi, Verges Vidal y Emilio Jiménez, asegura que las fuentes de los datos que ofrecen, de que Trujillo Valdez, era hijo de Trujillo Mónagas, declaró que eran falsas, aduciendo que la única verdad era la fecha de nacimiento. Señalando que el verdadero padre de Pepito, era un teniente coronel baecista, que luego fue gobernador civil de Santo Domingo y ministro de Guerra y Marina, incluso, planteándolo en la revista Ahora de 1973, en la cual dijo, que se trataba de Braulio Álvarez, a quien se quiso encubrir por estar a punto de casarse y por su abolengo jerárquico, además hace hincapié que Trujillo Mónagas, perdió el contacto con Silveria en Bani, resultándole ilógico que hubiera podido engendrar a Pepito.

Siendo así, la historia debería  desatanizar  el apellido Trujillo y asumir el Álvarez como engendro del dictador.

A partir  de estas aseveraciones, observando la carrera meteórica de Trujillo-Molina, podría reforzar esta tesis, que debió tener una cuña asociada a los rangos y poderes fácticos del padre señalado.