La muerte de la arquitecta Leslie Rosado, tras un cabo de la Policía dispararle en la cabeza luego de un accidente de tránsito, ha traído consigo la indignación de los ciudadanos y el recuerdo de los últimos hechos violentos en los que han estado involucrados miembros de esa institución castrense.
Lo de Leslie llega a tan solo siete meses de lo ocurrido con Joel Díaz y Elizabeth Muñoz, una pareja de esposos evangélicos que fueron acribillados por agentes policiales en la autopista Duarte.
El hecho ocurrió el 31 de marzo de este año cuando la pareja regresaba de Bonao tras participar en una actividad de la comunidad cristiana evangélica en la que eran pastores y fueron interceptados por una patrulla policial que disparó numerosas veces contra su vehículo a la altura de Villa Altagracia.
La versión oficial fue que los agentes presuntamente confundieron el vehículo de las víctimas con el que se trasladaban unos "delincuentes".
Por el hecho fueron sometidos a la justicia el segundo teniente Victorino Navarro, el sargento Domingo Perdomo Reyes, los cabos Norquis Rodríguez Jiménez y Ángel de los Santos, y los rasos Antonio Castro Pérez y Juan Samuel Ogando Solís, a quienes se les dictó un año de prisión preventiva.
Pero, apenas días antes de ese suceso, el 9 de marzo, otro agente policial mató de un disparo a una joven de 17 años en el sector de Villa Francisca, Santo Domingo.
Brandy Bautista murió tras recibir un disparo que realizó un agente cuando ésta se encontraba en un puesto de pizzas del referido sector, en horario del toque de queda.
En ese momento se informó que el policía, que era parte de una patrulla, realizaba varios disparos a unos desconocidos abordo de motocicletas y una de las balas alcanzó a la joven.
Mientras que justo un mes antes de ese hecho, el 9 de febrero, fue herido de bala Francis Mercado, de 43 años, y quien falleció varios días después.
El hombre, quien se dedicaba a la mecánica, fue alcanzado por los disparos hechos por agentes que lo mandaron a detener en la comunidad Loma de Castañuelas, en Montecristi.
Los testigos del hecho dijeron que Mercado no quiso detenerse porque el lugar se encontraba a oscuras, por lo que los agentes procedieron a dispararle.
Supuestamente, después de herirlo, los policías saquearon sus pertenencias y lo dejaron herido en el vehículo.
Recientemente, el pasado 10 de agosto, murió el abogado Raymeni Alexis Castillo (Ray Castillo) tras recibir un disparo en medio de una discusión con agentes policiales.
Y hace solo cinco días otro joven de 27 años perdió la vida después de ser herido por una patrulla policial en el municipio Padres Las Casas, en Azua.
Se trata de Robinson Ramón Méndez Mancebo, quien falleció en el hospital regional de Taiwan, después de que, supuestamente, un oficial supervisaba con varios agentes el cierre de establecimientos de venta de bebidas alcohólicas y el joven se rehusó entregar a los policías una pistola de su propiedad.
Ante estos hechos, y otros más registrados en los últimos meses en los que han estado involucrados agentes de la Policía Nacional, la población cuestiona el proceder de la institución llamada a velar por la seguridad de los ciudadanos.
Esto, debido a que esa seguridad que debe ofrecer la Policía se ha visto empañada por las acciones de agentes que, ya sea por “error” o intencionalmente, continúan quitándole la vida a civiles inocentes.