SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Simón Suárez, vicepresidente de Relaciones Institucionales del Grupo Puntacana, acusó a la dirección de Acento, en la persona de su director Fausto Rosario Adames, de publicar “un ataque desmedido y poco argumentado contra el Grupo Puntacana y sus fundadores".
Los alegados ataques, según el ejecutivo empresarial, se habrían vertido en una serie de reportajes sobre el llamado acuerdo de pre-clearence que esa corporación, propietaria del Aeropuerto Internacional Puntacana, acordó con las autoridades de los Estados Unidos.
Los reportajes publicados por Acento parten de un documento publicado por cuatro magistrados eméritos del Tribunal Constitucional el pasado 3 de febrero (Katia Miguelina Jiménez, Wilson Gómez Ramirez, Jottin Cury y Leyda Margarita Piña), y de los debates que se produjeron a través de entrevistas televisadas con los abogados Servio Tulio Castaños Guzmán y Olivo Rodríguez Huertas, ambos recomendados por el autor de la carta del Grupo Puntacana, Simón Suárez, a Fausto Rosario Adames para que los entrevistara, ante su propia negativa a dar la versión de esa corporación de la industria del turismo.
Nunca se la ha negado al Grupo Puntacana, a Simón Suárez ni a los demás ejecutivos de esa corporación el espacio para exponer sus puntos de vista. No tenemos la culpa de que, con todo su derecho, se negaran a aceptar una entrevista para debatir el tema del pre clearence en las mismas condiciones en que fueron entrevistados los exjueces y los juristas que han abordado el asunto.
A continuación la carta completa de Simón Suárez, en la que afirma que una “condición imprescindible del periodismo serio es la presentación de las dos caras de una moneda”. Precisamente el día en que llega su carta Acento publicó un amplio reportaje con la versión de Olivo Rodríguez Huertas sobre el pre clearence, que coincide precisamente con el punto de vista del Grupo Puntacana. De hecho las argumentaciones del jurista Rodríguez Huertas constituyen la más vehemente defensa del acuerdo de pre clearence.
Como consecuencia de este ataque del Grupo Puntacana y de Simón Suárez, recordamos que Acento y AcentoTV son medios abiertos a todas las ideas, dentro del marco del respeto a la diversidad, a la divergencia y a las leyes. Nuestra trayectoria habla por nosotros.
El 16 de agosto de 2015, cuando Acento inauguró su canal de televisión AcentoTV, el primer invitado a un programa de televisión fue el señor Simón Suárez. Siempre ha sido invitado a nuestros espacios, con aprecio y respeto. Y para el tema del pre clearence fue el primer invitado a explicar el proyecto en manos del Tribunal Constitucional. Su respuesta fue que no era él la persona indicada porque se trataba de asuntos jurídicos. Se le pidió que viniera el señor Frank Elías Ranieri, y lo puso en duda porque iniciaba como presidente del Grupo.
El señor Suárez sugirió que se entrevistara al abogado Servio Tulio Castaños o al también abogado Olivo Rodríguez Huertas. Acento los invitó a los dos y les ofreció una hora a cada uno en televisión. Tres de los cuatro jueces eméritos del TC también asistieron a programas. Ninguno puede decir que se le coartó su libertad de expresión o que se le trató con irrespeto. Tenemos el derecho de escuchar y difundir todos los puntos de vista sobre el tema en debate y sobre cualquier otro asunto de interés nacional. Esos ex magistrados tienen también el derecho a la palabra. Obsérvese la carta del Señor Suárez, que habla de muchos asuntos de los que Acento no ha hablado, pero de los que podría hablar, porque derecho no le falta.
Simón Suárez y la empresa Puntacana saben, y deben entenderlo, que la agenda periodística de este diario la llevan sus ejecutivos. Y no pueden pretender que nos limitemos a sus puntos de vista.
Según Suárez "posee mucho más valor periodístico porque sí involucra el interés nacional, determinar los resultados de la concesión de los aeropuertos estatales" que escribir o analizar el preclearence, que está en el Tribunal Constitucional.
La decisión sobre lo que investigamos y publicamos la hacemos los periodistas, no sectores externos a este medio. Ese intento no es nuevo, ya ocurrió en otro medio que dirigimos.
A continuación la carta de Simón Suárez, fechada 6 de septiembre de 2021, y luego los enlaces a cada uno de los reportajes publicados por este medio. Que el lector reflexione con toda libertad:
Señor
Fausto Rosario Adames
Director
Diario digital Acento
Estimado Señor Director:
Hemos leído su reciente reportaje sobre la “Puntacanización” del acuerdo de pre-clearence, otro más de una serie de artículos publicados en el medio bajo su dirección, cuya finalidad manifiesta es un ataque desmedido y poco argumentado contra el Grupo Puntacana y sus fundadores. Lo que es peor, sin ofrecer a la contraparte la posibilidad de mostrar su propia visión o posición para que sean los propios lectores que saquen sus conclusiones.
Afortunadamente, la verdad del Aeropuerto Internacional de Punta Cana (AIPC) y del pre-clearence están ahí; no es una historia nueva. Se necesitaron tres gobiernos y siete años para fraguar el inicio de la construcción del AIPC. En cambio, la empresa que pretende desarrollar un aeropuerto en la misma zona que AIPC, consiguió los permisos para el otro aeropuerto en solo siete meses y con el pan debajo del brazo de 4400 millones de pesos en exención fiscal. Añádale la violación a la Ley 158-01 sobre Fomento al Desarrollo Turístico que no incluye tales ventajas impositivas para aeropuertos, y una licencia ambiental desvergonzadamente amparada en términos de referencia para un hotel con un componente de marina.
Cuando un grupo de emprendedores, con don Frank Rainieri a la cabeza, arrancaron 50 años atrás, con la confianza en el futuro y un sueño por delante, solo había un hotel con 350 habitaciones en Punta Cana. Fue una lucha cuesta arriba: se perdió dinero durante los primeros diez años; luego, durante diez más se reinvirtió casi la totalidad de lo ganado. No contamos con privilegios o financiamiento del Estado. Hoy estamos en el destino más importante del Caribe insular, generador del 75% de las divisas turísticas y una marca país que los dominicanos pueden pregonar con orgullo a los cuatro vientos: ¡Punta Cana!
El Grupo Puntacana ha participado en prácticamente todos los proyectos de apoyo a la región y a la provincia La Altagracia; desde la construcción, literalmente, del primer trillo bordeando el mar desde Macao a Punta Cana hasta la carretera de Otra Banda a Verón. En 1998, conjuntamente con una empresa constructora relacionada, pagamos el anteproyecto de la autovía del Coral. Igualmente, sufragamos totalmente el diseño del bulevar turístico que enlaza Punta Cana con Macao y luego sigue a Miches. Más aún, junto a un grupo de hoteleros avanzamos US$60 millones con cargo a futuros impuestos para su construcción, a solicitud del entonces presidente Leonel Fernandez, quien nos informó en ese momento que el Estado carecía de recursos para acometer esa obra no obstante reconocer su importancia. Mientras el Grupo Puntacana ponía corazón y bolsillo en esos empeños comunitarios, otros se beneficiaban de la venta de materiales y de un contrato por intermedio de la fatídica Odebrecht.
Igual ha sido, señor Director, la historia del pre-clearence desde que se planteó como una mera posibilidad en el año 2008. Todos los aeropuertos sin excepción estaban al tanto de nuestro interés en el tema. La desidia inicial del sector pudo deberse a que lo consideraban irrealizable. Marchar a la vanguardia figura en el ADN de nuestro grupo. El AIPC utiliza tecnología de punta y, premiado internacionalmente múltiples veces, cubre el mayor número de destinos desde y hacia destinos los Estados Unidos. Lógico, pues, que aerolíneas y hoteleros nos incentivaran a participar en el esquema de la autorización previa para ingresar a nuestra principal fuente de visitantes extranjeros.
No obstante, nos tomó seis años, estudios, viajes, inversiones sin horizonte de retorno, etcétera, lograr que nos incluyeran. Nunca cesamos de insistir, convencidos de las ventajas no solo para nosotros, sino también para el país, vista la experiencia positiva en otros destinos. Contamos con el apoyo de ministros como Carlos Morales Troncoso, (socio del Aeropuerto Internacional de La Romana) a quien el señor Rainieri acompañó junto a todos los representantes de las infraestructuras aeroportuarias privadas dominicanas en uno de los viajes a Washington, y de Miguel Vargas, así como de otros funcionarios. Se trata de un proyecto de todo el país, no de un aeropuerto.
Valga como opinión autorizada, lo que declaró el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños Guzmán, al diario digital bajo su dirección:
“…quien procura el acuerdo de prechequeo es el Estado Dominicano y no el Grupo Puntacana, porque el anterior gobierno tuvo la política de captar 10 millones de turistas por año, y la mayoría de esos turistas proviene de los Estados Unidos.
“Dijo que a los turistas norteamericanos se les presentan situaciones de verse obligados a volar desde pequeñas poblaciones a ciudades como Nueva York o Miami, para poder viajar a República Dominicana. Y lo mismo les ocurre con el regreso. Con el acuerdo, informó, se resuelve esa dificultad, porque los viajeros podrían viajar desde pequeños aeropuertos directamente hacia Dominicana, como vuelo local, y a la vuelta sería igual, sin tener que acudir a un hub como Nueva York o Miami”.
Tanto o más que citar a la señora Mónika Infante, de Aerodom, que usted alega escribió una carta —sin respuesta aún—, solicitando la inclusión del aeropuerto que representa en el pre-clearance, posee mucho más valor periodístico porque sí involucra el interés nacional, determinar los resultados de la concesión de los aeropuertos estatales (vendida dos veces), específicamente cuando la mayoría de acciones de la concesionaria pertenecían al mismo grupo detrás del proyecto del aeropuerto en Bávaro y de cuyo accionista principal usted conocerá, con seguridad, sus otros socios y podrá establecer con meridiana claridad si esos concesionarios originales cumplieron con las inversiones prometidas; si, como se comprometieron, mantuvieron inalterables las tasas aeroportuarias; si intervinieron artificios en la adjudicación del concurso y, sobre todo, si pagaron impuestos sobre ganancias de capital cuando vendieron la concesión a una empresa foránea por una suma que nunca divulgaron.
A nuestro humilde entender, y concluimos señor Director, condición imprescindible del periodismo serio es la presentación de las dos caras de la moneda por lo que, para edificación de sus lectores, solicitamos que esta carta sea publicada en su medio.
Muy Atentamente,
Simón B. Suárez
Vicepresidente de Relaciones Institucionales
Grupo Puntacana
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