El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) pasó de ser el partido que encarnaba con más ahínco la lucha contra la corrupción y la impunidad, al partido que acumula mayor número de escándalos de corrupción.
Ningún partido que ha administrado el Estado dominicano ha sumado tantos casos de funcionarios que se han hecho multimillonarios a costa del dinero de los contribuyentes, arriando así la bandera de la lucha contra la corrupción que mantuvo en alto su fundador, Juan Bosch.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) obtuvo la Presidencia de la República y gobernó la República Dominicana por primera ocasión en el año 1996.
El PLD se fundó el 15 de diciembre de 1973 por Juan Bosch, hasta ese momento líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización de la cual se separó bajo el argumento de que había cumplido su misión histórica y era necesario crear un partido nuevo.
Durante sus primeros años, además de poner un fuerte énfasis en el adoctrinamiento de los peledeístas, Bosch mantuvo en alto la lucha contra la corrupción. Denunciaba, señalaba por nombre y apellidos a los funcionarios que podrían ser corruptos, tanto en los gobiernos de Joaquín Balaguer el Partido Reformista, como en los del PRD que retornó al poder en 1978 y logró mantenerlo hasta 1982.
Precisamente contra el PRD, Bosch y su partido fueron implacables denunciando todo lo que a su juicio era corrupción. En la publicación de ediciones especiales del periódico peledeísta Vanguardia del Pueblo , bajo el título de El Álbum de la Corrupción, se mostraban como pruebas de corrupción que dirigentes del PRD había cambiado sus vehículos después de llegar al gobierno o que se había mudado de barrio.
Con orgullo y convicción Juan Bosch proclamó en 1982:
"Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral".
Pero en el ejercicio del poder, el PLD arrió definitivamente la bandera de la lucha contra la corrupción, en la que sustentó sus años de oposición, primero contra los gobiernos de Joaquín Balaguer, entre 1973 y 1978, luego contra los de Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, de 1978 a 1986. De igual manera, denunció la corrupción de Balaguer en los gobiernos de 1986 a 1994, aunque durante este último gobierno comenzó a declinar, porque buscaba el apoyo del líder del Partido Reformista para los comicios de 1996, como efectivamente obtuvo y llegó al poder por primera ocasión.
Leonel Fernández
Desde el primer gobierno peledeísta, con Leonel Fernández, de 1996 a 2000, los dirigentes del PLD mostraron debilidades éticas, aunque no se habían desbordado todavía.
Con el retorno al poder de Leonel Fernández y el PLD en 2004 las compuertas de la corrupción se abrieron de par en par: Un escándalo opacaba otro, surgieron los nuevos multimillonarios al amparo del Estado y del PLD, con honrosas excepciones.
Los privilegios de los legisladores, sobre todo de los senadores se desbordaron, creándose los funestos "barrilito" y "cofrecito".
Y si en principio el gobierno y el PLD mostraban preocupación ante denuncias de corrupción, con el paso de los años asumieron un pragmatismo a ciegas, todo lo justificaban y hasta elaboraban argumentos para justificarse.
Leonel Fernández gobernó en tres períodos, 1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012. A finales de 2019 abandonó el PLD bajo el alegato de que le habían arrebatado con fraude la candidatura presidencial de esa entidad, en las primarias. El ganador fue Gonzalo Castillo, hombre leal al entonces presidente Danilo Medina.
Danilo Medina
En 2012 el PLD retuvo el poder, en esta ocasión con la candidatura de Danilo Medina. Se generó alguna esperanza de que se pondría freno a la corrupción, y el nuevo gobernante había hecho advertencias firmes de actuar solo por el rumor público; pedir explicaciones a los funcionarios, destituirlos y someterlos a la justicia si no podían explicar o justificar los hechos por los cuales fueran señalados.
Luego, cuando al ciudadanía pedía a gritos en la calle que se actuara contra los funcionarios del gobierno de Leonel Fernández que se habían enriquecido en perjuicio del Estado, Danilo Medina respondió que no iba a "lanzar piedras hacia atrás".
Si bien es cierto que la magnitud de la corrupción de los gobiernos de Danilo Medina, 2012-2016 y 2016-2020, no se conoció en toda su dimensión hasta que el PLD perdió las elecciones de 2020, hubo casos que generaron preocupación de organizaciones locales, organismos internacionales y gobiernos de otros países.
Precisamente, ante preguntas de los periodistas por un informe del Gobierno de Estados Unidos que mostraba preocupación por la corrupción en República Dominicana, el presidente Danilo Medina reaccionó preguntando a los reporteros: "¿Pero cuál corrupción?" …y el resto es historia.
Se destaparon escándalos de funcionarios leonelistas, pero no hubo esfuerzos serios para investigar y obtener condenas en los tribunales. La argumentación cantinflesca del entonces Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, de que no apelar una decisión favorable a Félix Bautista era una manera de "luchar contra la corrupción", puso en evidencia que no hubo una decisión seria de combatir la corrupción, sino de usar el tema para la disputa interna que vivía el PLD entre los grupos de Leonel Fernández y Danilo Medina.