SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El economista y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Guillermo Caram, afirmó que la decisión adoptada por la Junta Central Electoral de no supervisar las Asambleas de ninguna de las dos facciones del partido, es un “reconocimiento implícito” de la dirección institucional del PRSC, lo que reviste de mayor trascendencia la Asamblea Reformista convocada para el próximo domingo 17 de septiembre en el Coliseo Teo Cruz.
A través de una comunicación remitida a los medios, este miércoles 13, indicó que la posición de la JCE brinda la oportunidad al PRSC de escoger una dirección que decidida y coherentemente conduzca al partido a llenar el vacío opositor que actualmente se está observando en el presente escenario político.
“El reformismo tiene mucho que aportar a esta antítesis de comportamiento gubernamental, para lo cual resulta imprescindible proporcionarle al PRSC una dirección que llene el vacío opositor que tanto daño le está haciendo a la democracia a dominicana. Y a la sociedad y al pueblo dominicano”, sostuvo.
Caram agregó que las organizaciones políticas dominicanas siguen enfatizando en procederes primitivos, como el cultivo del transfuguismo, sin encarnar las exigencias de cambio emanadas de la sociedad dominicana, encarnadas hoy en movimientos sociales como la Marcha Verde.
Este martes, el Pleno de la Junta Central Electoral decidió que no supervisará las Asambleas de ninguna de las dos facciones del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), debido a que "no son necesarios la supervisión ni el concurso de los inspectores y técnicos" de dicho organismo, bajo el argumento de que el partido, institucionalmente, tiene las competencias para comprobar por ella misma a través de sus autoridades el quórum correspondiente así como las decisiones que se adoptaren en la Asamblea Nacional Ordinaria, conforme lo establecen las leyes vigentes y los estatutos partidarios.
En ese sentido, Julio César Castaños Guzmán, presidente de la JCE, advirtió que de no llegar a un acuerdo las facciones, sus diferencias deberán ser llevadas al Tribunal Superior Electoral (TSE).