Caracas, Venezuela (EFE).- El chavismo y la oposición, con sus principales dirigentes a la cabeza, medirán este martes sus fuerzas cuando se movilicen en Caracas y otras ciudades de Venezuela con agendas opuestas y reclamos que se convierten en denuncias hacia el otro.
El presidente Nicolás Maduro, en el poder desde 2013, recibirá en el centro de Caracas, asiento de los poderes públicos, a simpatizantes que marcharán para denunciar un presunto intento de golpe de Estado a su gestión y pedir que se respete la soberanía venezolana, que consideran amenazada por factores "imperiales".
Al tiempo, el antichavismo se movilizará desde varias zonas de Caracas para finalizar en una concentración en el acomodado barrio de Chacao (este), donde se espera que miles de personas respalden al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien dijo a finales de enero que asumía las competencias del Ejecutivo como presidente encargado.
La oposición reclama, entre otras cosas, el ingreso de la ayuda humanitaria que ya se acopia en la colombiana ciudad de Cúcuta, y que asegura servirá para paliar la severa crisis que atraviesa el país.
Pero también exigen que Maduro abandone el poder que señalan "usurpa" para que pueda instalarse un Gobierno transitorio que convoque a elecciones libres, como repiten desde el pasado 10 de enero, cuando el gobernante juró un nuevo mandato de 6 años que no reconoce buena parte de la comunidad internacional.
El líder chavista se impuso con holgura en los comicios de mayo pasado, tachados como fraudulentos y a los que no se presentó el grueso de la oposición por estar inhabilitados sus principales partidos y dirigentes y por desconfiar del árbitro electoral.
Por ello, la oposición considera que Maduro "usurpa" la Presidencia y que las competencias del Ejecutivo recaen en el jefe del Parlamento hasta que sean convocadas nuevas elecciones, según la interpretación que hacen de varios artículos de la Constitución. EFE