SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Gobierno dominicano debe aprovechar la recuperación económica, anunciada ayer martes por el Banco Central, para reparar sus políticas y distribuir de manera justa la riqueza producida.
Así lo planteó el economista Guillermo Caram tras el anuncio de que la economía dominicana se recuperó durante los últimos tres meses del año 2017 y cerro en 4.6 %.
En voz de Caram el país deberá mejorar los niveles de ocupación laboral, salarial –sin afectar la productividad y competitividad–, disminuir la concentración de riqueza y mejorar la calidad del gasto público.
Qué hacer
Tanto para el exgobernador del BCRD como para Virgilio Malagón, esto se lograría si se reforma el modelo económico. En efecto, si se transforman las finanzas de especulativas –que imperan en el país– a productivas.
Caram, agrega, que es necesario ‘‘eliminar favoritismos en contrataciones incluyendo especialmente las asociadas a prácticas de corrupción admitidas por las propias empresas, eliminar exenciones impositivas privilegiadas, suprimir subsidios improductivos inspirados en temores, populismos y clientelismos políticos; rediseñar la intervención estatal en fijaciones de precios que distorsiona la competencia imprescindible para la competitividad, mejorar calidad el gasto en servicios públicos que hoy la población tiene que pagar directamente y simplificar el sistema tributario para reducir informalidad y evasión.
Este análisis es popular, aunque las autoridades hagan caso omiso. De hecho, no solo expertos nacionales plantean reformas similares. El Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Oxfam Dominicana y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) aconsejaron lo mismo en los últimos meses. Eliminar privilegios a grandes corporaciones, transparentar el gasto público, eficientizar el sistema tributario fueron algunas de las sugerencias de varios informes económicos locales y extranjeros.
Pronóstico para 2018
No obstante, ante el aparente continuismo, el 2018 no será muy diferente al 2017. Especialistas alertan que las condiciones son las mismas: no hay cambio en los modelos electivos económicos, ni de ‘‘actitud’’ para abordar los temas con seriedad. La estructura financiera es la misma: anquilosante, muy dirigida al consumismo, muy poca la producción, consideran.