En el noroeste de Brasil, la sequía ha dejado a uno de los mayores afluentes del río Amazonas, el río Negro, en sus niveles más bajos desde que comenzaron a llevarse las cuentas en 1902.

La bajante afecta a miles de comunidades de pescadores locales que dependen del río como fuente de subsistencia y medio de transporte.

De acuerdo a algunos grupos defensores del medio ambiente, la situación es otro síntoma del cambio climático.

Escuche a los afectados en este video de BBC Mundo.