
Aún no hay cambio en las casas de cambio, que esperan un cambio la próxima semana.
El nuevo esquema cambiario en Venezuela ya es ley.
En medio de mucha expectativa, el miércoles por la tarde se publicó una versión extraordinaria de la Gaceta Oficial con el ya famoso Convenio Cambiario 33.
Quedan muchas dudas por resolver, y está por verse cómo se comporta cuando empiece a funcionar. Y no faltan los escépticos que creen que no funcionará.
La mayor preocupación de los críticos es que se mantiene el sistema híbrido –que consideran una fuente de corrupción y distorsiones pero para el gobierno es una forma "de proteger al pueblo de la guerra económica"– con tres tasas de cambio diferentes: 6,3 bolívares por dólar para importaciones prioritarias, de 12 bolívares en adelante para otras importaciones y viajeros y una tasa libre.
Ésta última es la parte nueva del sistema.
Aunque no es del todo claro cómo va operar este mercado, bautizado Sistema Marginal de Divisas (Simadi), lo dicho por la Gaceta Oficial permite vislumbrar algunos detalles.
Lea también: Qué cambia con el "dólar libre" en Venezuela

La nueva tasa de cambio de dólares "libre" será más alta que el billete de mayor denominación: 100 bolívares.
1. La tasa será fijada por las leyes del mercado
Según el decreto, la tasa de cambio de las transacciones de compra y venta de dólares "serán aquellos que libremente acuerden las partes intervinientes en la operación".
Como ocurre en otros países, el Banco Central publicará todos los días en su sitio web dicha tasa de cambio.
Muchos han interpretado este nuevo sistema como la legalización del dólar paralelo o negro, que actualmente se cotiza a 190 bolívares por dólar.
Aunque las autoridades no han detallado cuánto estiman que vaya a ser este cambio, medios locales reportaron extraoficialmente que en las reuniones previas se ha hablado de una tasa de entre 120 y 140 bolívares.
2. Empieza el 19 de febrero
El anuncio realizado por las autoridades financieras indicó que, una vez publicado el decreto, el sistema arrancaba.
Sin embargo, el decreto establece que las entidades financieras tendrán tres días hábiles desde la publicación del mismo para adecuar el sistema.
Lunes y martes son feriados en Venezuela, así que los cálculos de los especialistas estiman que el jueves empiece a funcionar el sistema.
3. Se podrán cambiar US$10.000 al año en el menudeo
El gobierno califica como transacciones de menudeo aquellas que las personas naturales hagan en efectivo en las casas de cambio.
Allí las personas naturales podrán cambiar máximo US$300 al día, US$2.000 al mes y US$10.000 al año. Y los equivalentes en otra divisa.
Así lo harán, por ejemplo, los extranjeros que necesiten bolívares o los venezolanos que necesiten dólares.
Habrá que cumplir ciertos requisitos para declarar el origen y el destino de estas divisas.
La pregunta es si la oferta será equivalente a la demanda. Si no lo es, los analistas estiman que el dólar negro, que no tiene límites diarios o mensuales, se mantendrá.

No queda claro cómo puede el nuevo sistema cambiario ayudar a erradicar la escasez y, por ende, las colas.
4. Mínimo US$3.000 para transacciones bancarias
Las transacciones que se hagan a través de bancos deberán tener un monto mínimo de US$3.000.
El decreto no menciona un límite para éstas.
Quien quiera hacer dichas operaciones tendrá que tener una cuenta en dólares en Venezuela, que se pueden abrir en los bancos locales.
Y la transacción deberá hacerse entre clientes del mismo banco.
Estas operaciones no entran en lo que el gobierno cataloga como el menudeo, sino que sirve para las grandes empresas que importan o tienen sucursales en el país.
5. Se puede comprar dólares a través de bonos
Los venezolanos podrán cambiar divisas a través de títulos que estén denominados en moneda extranjera.
Las transacciones se harán en bancos y casas de bolsa, pero con la mediación de la Bolsa Pública de Valores y la vigilancia del Banco Central.
El tipo de cambio será, dice el decreto, aquel "que libremente acuerden las partes intervinientes en la operación".

El anuncio del martes, que se hizo ley el miércoles, ha motivado mucha expectativa.
6. Hay muchas incógnitas que están por resolverse
La gran pregunta es cómo toda esta teoría se adaptará a una realidad compleja como es la economía venezolana, que además de estar en recesión se ha visto fuertemente golpeada por la caída de los precios del petróleo.
Precisamente porque este año entrarán menos divisas por el petróleo, que es el responsable del 96% de los dólares que entran al país, no queda claro de dónde va a salir la oferta que abastezca a este nuevo mercado.
Lo otro que está en debate es si el sistema es libre o no, pues, como muestra el decreto, hay varias limitaciones en los montos y restricciones para las transacciones.
Por eso muchos escépticos comparan este nuevo esquema con el Sicad 2, un sistema de subastas instalado en 2014 cuya tasa se mantuvo estable (por el control estatal) y no terminó de abastecer la demanda ni detuvo la escalada del dólar negro.