El año 2021 estuvo marcado por la pandemia de COVID-19, aunque matizado con menos encierros y un proceso de vacunación que aún permanece.
A manera de recuento cronológico, esto fue lo que pasó con la pandemia en República Dominicana este año.
El 16 de febrero se lanzó el Plan Nacional de Vacunación iniciando con todo el personal de salud de primera línea en el hospital Ramón de Lara y luego fue ampliado a toda la población en distintas fases.
En esas fases se le dio prioridad a los adultos mayores de 65 años y personas que tuvieran alguna morbilidad, a todo el personal docente de primaria y secundaria y a los policías y militares.
Las primeras vacunas en llegar fueron las Sinovac, procedentes de China, luego las de AstraZeneca y finalmente las vacunas de Pfizer.
Para motivar a que la población se vacunara en masas, en el mes de junio se anunció que se levantaría el toque de queda a las provincias que alcanzaran el 70% de su población vacunada. Solo el Distrito Nacional, La Altagracia y Espaillat lograron el reto.
En julio el Gabinete de Salud apostó por una tercera dosis de refuerzo, aun cuando la Organización Mundial de la Salud no lo recomendaba. República Dominicana fue el primer país en aplicarla.
La decisión armó revuelo en gran parte de la población que exigía el aval científico, pero no fue hasta este mes de diciembre cuando se presentó el primer estudio que confirma la efectividad de la postura de una tercera dosis de Pfizer con dos primeras de Sinovac.
Ya en octubre el Poder Ejecutivo dejó de solicitar más extensiones del Estado de Emergencia y con ello se eliminó el toque de queda que permaneció cerca de un año y siete meses.
Con la eliminación del toque de queda otras medidas se instauraron. Una de estas y la más rechazada de todas fue la obligación a presentar la tarjeta de vacunación para entrar a los lugares públicos y privados de uso público.
Asimismo el 2021 registró los niveles más bajos de casos positivos activos en todo el tiempo de la pandemia en el país. De más de 30 mil casos activos en diciembre del 2020, el país pasó a unos 1600 este mes.
El Ministerio de Salud Pública atribuyó el descenso en la positividad a las vacunas contra el COVID-19. “Gracias a las vacunas la última ola con la variante delta, la más peligrosa de todas, no se sintió ni causó estragos”.
Ahora lo que amenaza es la “inminente” entrada al país de la nueva variante ómicron, para la cual el Ministerio de Salud dijo estar preparado y aseguró que no prevé nuevas restricciones.
Brotes epidemiológicos
En este 2021 no solo se habló de COVID-19 y vacunas. Pues a pesar de que este tema fue el rey dentro del mundo de la salud, en ocasiones a las autoridades les tocó lidiar con brotes epidemiológicos de gran importancia.
En el mes de abril luego de Semana Santa, Salud Pública emitió una alerta epidemiológica por la ingesta de metanol encontrado en algunas bebidas alcohólicas.
En el mes de abril luego de Semana Santa, Salud Pública emitió una alerta epidemiológica por la ingesta de metanol encontrado en algunas bebidas alcohólicas.
Unas 262 personas se intoxicaron y otras 100 fallecieron tras la ingesta de una bebida alcohólica denominada.
Esta fue la oleada de muertes por este tipo de ingesta más grave en el año atribuida al consumo del clerén y metanol encontrado en un ron de la marca Kapicúa, que se vendía en el ciudades del norte del país, así como un mojito de frutas vendido en las calles de Haina, en la periferia de la capital, bajo la marca Monday’s.
Como parte de las medidas para acabar con el comercio ilícito de esta bebida, el gobierno anunció una serie de medidas, entre ellas cambiarle el sabor al metanol, pro consumidor se lanzó a las calles a incautar estas bebidas.
Además la industria ronera junto a la Dirección General de Impuestos Internos lanzaron la aplicación digital Revísame para que los consumidores pudieran confirmar la legitimidad del producto.
Difteria
En ese mismo y de manera simultánea también se emitió una alerta epidemiológica a causa de la detección de varios casos de difterias en varios puntos del país.
La enfermedad dejó un saldo de 11 fallecimientos y unos 12 casos confirmados.
Aunque los casos se reportaron en distintos puntos del país, la mayoría de estos se encontraban en Yamasá, Monte Plata.
Salud Pública atribuyó el brote a que todos los casos tenían incompleto el esquema de vacunación, el cual fue descuidado luego de la pandemia de COVID-19.
Influenza y dengue
Como todos los años en el país los virus de la influenza y el dengue forman parte de las enfermedades registradas por Salud Pública.
De acuerdo con el boletín epidemiológico de la semana 47, se han reportado un total de 3,111 casos probables de dengue, incluidas 24 defunciones para un letalidad de 0.77.
En el caso de la influenza, una enfermedad estacional que este año llevó a los dominicanos a hacerse pruebas de COVID-19 porque sus síntomas son muy parecidos.
Entre las víctimas más vulnerables están los niños. En este pico o brote unos 18 niños fueron ingresados en el Robert Reid Cabral.
A partir del mes de noviembre se presentó un pico de esta enfermedad, llevando a las autoridades de salud a iniciar una campaña de vacunación masiva.
Hasta ese mes de diciembre unas 208 mil 312 personas se habían inoculado contra este virus. La meta es colocar 450 mil dosis para febrero 2022.