El objetivo del plan "REPowerEU" de la Comisión Europea es dejar de depender de los combustibles fósiles rusos (carbón, petróleo, gas) para 2027. Pero aún queda trabajo por hacer. Las importaciones europeas de gas natural licuado ruso aumentaron casi un 20% el año pasado.
Por Marie-Pierre Olphand
Es una situación casi paradójica: el consumo europeo de gas natural licuado (GNL) cayó el año pasado un 16%, alcanzando su nivel más bajo desde 2021. La parte del GNL en la demanda total de gas de los europeos también ha caído, según un estudio del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA).
Pero los Veintisiete continuaron comprando a Rusia e incluso compraron casi un 20% más de GNL ruso. Esto significa que la Unión Europea gastó 6.300 millones de euros en GNL ruso el año pasado, entre enero y noviembre de 2024.
Francia y España, los dos mayores importadores
Estos volúmenes entraron en Europa principalmente a través de las terminales portuarias españolas, belgas y francesas. Casi un tercio pasó por la terminal de Dunkerque. Por ello, es Francia la que importó el mayor volumen de GNL ruso el año pasado, con un aumento del 81% en comparación con 2023.
Pero esta cifra es engañosa, según un estudio realizado por varias organizaciones: Bond Beter Leefmilieu, Urgewald, DUH y Razom We Stand. Francia sería sobre todo una puerta de entrada, al servicio de Alemania, país que prohibió la importación de GNL en 2024, pero que habría recibido parte de los volúmenes importados por Francia y Bélgica, gracias a una interconexión que permite transportar gas fácilmente.
Blanqueo de capitales en beneficio de Alemania
Detrás de estas importaciones está una empresa alemana, Sefe, que habría comprado 58 cargamentos de GNL el año pasado a un proveedor ruso bien identificado: Novatek. El tránsito a través de otros países habría permitido a Alemania lavar estas compras rusas de alguna manera.
Así lo denuncian los autores de este último estudio, que hablan de una "mascarada" que alimenta la economía rusa e indirectamente la guerra. De hecho, la falta de datos sobre el país de origen y el país de destino de un envío hace imposible saber con precisión cuánto importa cada Estado europeo y permite a cada uno declinar su responsabilidad.
Por el momento, la UE no ha impuesto ninguna sanción al gas natural ruso ni al GNL, solo medidas contra el transbordo de gas natural licuado ruso en los puertos europeos, una prohibición tomada en junio que se espera que entre en vigor el próximo mes de marzo.
Compartir esta nota