SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El colectivo de participación política Nueva Democracia afirmó que es absurdo que la opinión pública siga dando preponderancia a las cifras de crecimiento económico, cuando la realidad de dominicanos y dominicanas dista mucho de ser una vida de bienestar y mejora en su calidad de vida.
La entidad indicó que se ha demostrado que un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 6.5 %, no necesariamente implica una mejora del bienestar del país, y eso queda demostrado con las cifras actuales de pobreza monetaria, que ascienden al 35.8 % en el 2014 y la pobreza multidimensional de hasta un 83.2 % en el 2010, como es el caso de Elías Piña.
“Los hogares dominicanos no han tenido, en ningún caso, una mejora sustancial en sus condiciones de vida. Las mediciones del Banco Central y las constantes cifras de crecimiento económico no se corresponde con la realidad del pueblo dominicano, en donde casi 3 millones de hogares viven en pobreza”, afirmaron.
De igual modo, señalaron que llama la atención que a pesar del crecimiento económico, no se ha podido desarrollar un modelo de exportación competitiva y productiva que resulte en la sólida captación de moneda dura para el fortalecimiento de los ingresos generales de la economía.
“Según las cifras dadas por el mismo Banco Central, lo que hubo fue una disminución de un 4.7 % en este renglón”.
“Valoramos la continua generación de puestos de trabajos, pero esta política no es suficiente si no podemos medir la calidad ocupacional y salarial de estos empleos, muchos de los cuales terminan siendo de baja calificación. El crecimiento sostenido de los sectores económicos más pujantes no se manifestará mientras se siga creciendo sin equidad salarial y los sectores más carenciados experimentan aumento de impuestos a productos básicos que estaban exentos’, declaró el colectivo.
Nueva Democracia consideró necesario un aumento general de salarios para mejorar la calidad de vida de los hogares dominicanos, que ponga fin a la tendencia de favorecer siempre a los sectores más enriquecidos del país.
“Se debe reorientar el sentido del crecimiento económico hacia un desarrollo en el que los trabajadores cuenten con una mayor participación en el ingreso y un sistema fiscal progresivo en el que el Estado sea un eficiente prestador de servicios públicos”, concluyeron.