SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El director general de comunicaciones de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena calificó como temeraria y peligrosa la amenaza echa por el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, contra el Tribunal Superior Electoral, en el sentido de que en el país no habrá paz, si ese órgano judicial no favorece con sentencias sus pretensiones políticas.

El portavoz de la casa presidencial dijo que la estrategia de Abinader es comprensible, pues trata de crear de manera ficticia con “encuestas de bolsillos”, un escenario de segunda vuelta, para que cuando el presidente Danilo Medina obtenga un triunfo contundente, él salir a denunciar fraude y “crear un ambiente de zozobra”.

“Ya se advierte que el motivo de esta estrategia de crear un escenario ficticio de segunda vuelta tiene que ver con la amenaza lanzada por Abinader contra el Tribunal Superior Electoral, cuando dice que si hay alguna dificultad, alguna duda, aquí no habrá paz, refiriéndose a la República Dominicana, o sea está amenazando a ese organismo de que si sus decisiones no son de su conformidad aquí no habrá paz”, explicó Rodríguez Marchena.

Agregó que “lo que Abinader está diciendo es que cuando Danilo Medina gane en la única vuelta que va a ver, entonces él va a salir a denunciar fraude, porque se ha dedicado a crear ambiente de segunda vuelta usando encuestas de bolcillos”.

Indicó que ante la agresiva actitud del candidato del PRM la repuesta de la población debe ser la movilización general al lado del candidato Danilo Medina porque la victoria tiene que ser contundente por encima del 60 por ciento para no darle cabida al pataleo.

“Porque ya ustedes ven cual es el plan, el plan es que si ganamos, como vamos a ganar en la única vuelta, si ese triunfo es con un 53, 54 o 55 por ciento, estos señores son capaces de declararle la guerra al pueblo dominicano porque ya lo dijo el señor Abinader el jueves, de que no habrá paz si el Tribunal Superior Electoral dice algo que no es de su satisfacción, una declaración sumamente peligrosa y que revela el talante de ese señor”, acotó.

Comentó que esas declaraciones además de temerosas son irrespetuosas a las instituciones, porque cuando se participa en un certamen hay que aceptar las reglas de juego, y todas las encuestas dicen que Abinader no llega al 30 por ciento, y solo hay que ver que cada uno de esos estudios establecen que el 70 por ciento de los encuestados aseguran que Medina ganará los venideros comicios.

Gallup

El pasado lunes 1 de febrero, la firma encuestadora Gallup hizo público en el periódico HOY los resultados de su más reciente encuesta, en la que el presidente Danilo Medina, de reelegirse, lo haría con 51.8 % de cada 100 electores, mientras que Luis Abinader, obtendría el 35.7 de cada 100 votantes.

De inmediato, Partido de la Liberación Dominicana (PLD) calificó de inconsistentes los resultados de la encuesta y reclamó de los ejecutivos de la firma encuestadora una explicación de las razones de la diferencia de resultados entre los datos divulgados este día y los mostrados por una encuesta realizada por la misma empresa, con igual equipo de campo y tabulación, encargada por un grupo de empresarios.

El presidente de Gallup República Dominicana (Gallup RD), Rafael Acevedo, explicó que la diferencia entre encuestas pudo deberse al Efecto Retardación (Lagging Effect), que tiene mayor impacto en el período navideño, en virtud del cual, una serie de conflictos y situaciones no deseables que tuvieron lugar en un partido antes de la Navidad, no dejan sentir sus efectos hasta entrado el nuevo año y pasada la euforia estacional, y al Efecto Polarización, que tiene lugar cuando las simpatías de los electores se dividen mayormente entre dos candidatos.

Agregó que la Gallup no realiza encuestas para partidos políticos. Con alguna frecuencia, Gallup realiza estudios de simpatía política para empresas privadas de prestigio, interesadas en el devenir político del país, sin interesarnos en cuáles sean sus simpatías o su vinculaciones con grupos políticos o de interés económico.