Señor José Francisco Peña Gómez: Se le informa atentamente, donde sea que se encuentre, que de aquel partido que usted proclamaba como el de la “esperanza nacional” hoy sólo quedan los rastrojos de un recuerdo nostálgico. Debe saber que el más reciente paso descendente hacia su definitiva extinción acaban de darlo los negadores de su pasado, ahora apoyando, hasta en el mismísimo Palacio Nacional, al grupúsculo conocido como FNP (¿Recuerda?…Sí, ése mismo: el de su acérrimo enemigo y difamador por antonomasia, Vincho Castillo). Pero estése quieto, que lamentablemente usted no puede hacer nada.