A 54 años del asesinato de Las Hermanas es tiempo de asumir un nuevo reto en un espacio donde la libertad se hace realidad, un lugar donde las mujeres crecen, opinan, defienden sus ideas, no se dejan seducir ya por discursos bonitos y hasta amenazan con estar alertas.

Esto ocurrió en el Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia de la Fiscalía del Distrito, en el acostumbrado encuentro en el que celebramos la vida y la libertad, a propósito del 25 de noviembre.

Es un encuentro al que convocamos a un grupo de las mujeres que hemos atendido; suele ser festivo y significativo. Invitamos a personas interesantes para un conversatorio acerca de temáticas vinculadas a la violencia, el crecimiento, la participación y el desarrollo de las mujeres. Hemos recibido invitadas como la diputada Minou Tavárez Mirabal, las periodistas Alicia Ortega y Edith Febles, entre otras.

Ya el silencio no es alternativa frente a la atrevida ignorancia que se expresa en color rosado e intenta proponer por decreto el valor, que por el sólo hecho de existir, tenemos las mujeres

Por supuesto en estos últimos años la anfitriona es la Fiscal del Distrito, la magistrada Yeni Berenice Reinoso quien se disfruta mucho estos encuentros directos con las mujeres. Cantamos, bailamos, conversamos, escuchamos y disfrutamos el gozo de la libertad y el crecimiento como mujeres y ciudadanas.

En esta ocasión por circunstancias no previstas el invitado fue el diputado Víctor Gómez Casanova y con la madurez que dan los años y la aceptación de que absolutamente nada ocurre por casualidad, decidimos aceptar el reto a sabiendas de lo difícil que sería. Con siete años de trabajo ininterrumpido acompañando a las mujeres, decidimos sin miedo y con gallardía recibirlo y escucharlo.

Víctor es un ser humano sensible, inteligente y con muy buenas intenciones, pero con todo el andamiaje sobre sus hombros de lo que esta cultura machista les entrega a los hombres como legado.

Ha tenido el coraje de decir públicamente que en el pasado fue denunciado por su esposa por violencia de género y que a partir de este hecho su vida de pareja y familia cambió.

En su encuentro con las mujeres se hizo acompañar por su madre quien hace muy bien las funciones de "cable tierra" de un hijo inquieto y atrevido. Se muestra un poco ansioso ante un público que tiene la especialidad de ser, al igual que su esposa, mujeres que han sido violentadas y decidieron poner una denuncia, créanme que estos son unos ojos y oídos especiales, pues a esta condición hay que agregarle un camino recorrido en atención psicológica y proceso terapéutico para sanar el daño recibido, además este grupo de mujeres convocadas han recibido formación en derechos, tienen conciencia y fuerza para participar y contradecir.

El diputado tuvo la oportunidad de ser escuchado con mucha educación y tolerancia por las mujeres, al final una de ellas se levantó diciendo con voz clara y mirándole a los ojos lo que desde la vivencia y el conocimiento acerca de la violencia correspondía decirle, pero además desde el hastío por las promesas incumplidas y las palabras que sólo son parte de un discurso de campaña.

Todo el equipo técnico sintió orgullo del trabajo realizado, pues ya el silencio no es alternativa frente a la atrevida ignorancia que se expresa en color rosado e intenta proponer por decreto el valor, que por el sólo hecho de existir, tenemos las mujeres.

solangealvarado@yahoo.com

@solangealvara2