En las últimas semanas han salido a la luz varios informes de análisis y estudios socio-políticos que nos arrojan datos significativos que nos ayudan a entender algunos elementos propios de la realidad social, económica y política de Latinoamericana y de Rep. Dominicana. Entre estos estudios tenemos a disposición el Informe Latinobarómetro 2017, así como las encuestas Gallup-Hoy y Mark Penn.
Los robos, los asaltos y la delincuencia en sentido general (71.3%), así como la corrupción administrativa (34.6%) y la falta de fuentes de trabajo (32.5%) aparecen como los tres principales problemas que afectan a los dominicanos y dominicanas, según los resultados de la última encuesta Gallup-Hoy. Le siguen la inflación y el alza del costo de la vida (28.8%). En la encuesta Gallup-Hoy de febrero pasado las y los ciudadanos también percibían a la delincuencia (74%) como uno de los principales problemas, lo mismo que el desempleo (39%) y la inflación (38%). Sin embargo, la corrupción administrativa aparecía en un cuarto lugar, con un (33.6%), pero en la reciente encuesta la corrupción ha pasado a segundo lugar.
Otro elemento importante a destacar es que, según los resultados de la encuesta Mark Penn, publicada el pasado mes de octubre, un extraordinario 58% de las personas encuestadas se declaró independientes; es decir no miembros o simpatizantes de un partido. En enero de 2016 era solo un 36%. Ahora apenas un 29%, por ejemplo, se declara miembro o simpatizante del PLD, el partido mayoritario, cuando en enero de 2016 era un 41%, lo que quiere decir que muchos peledeístas han pasado a ser independientes, quizás disgustados porque un pequeño grupo dentro del partido ha acaparado los cargos y el dinero fruto de la corrupción. Es lo que algunos llaman el “efecto Félix Bautista, OISOE, Díaz Rúa, Diandino Peña u Odebrecht”.
Una amplísima mayoría de los ciudadanos, el 89%, califica como muy alarmantes los niveles de corrupción existentes en la sociedad dominicana, según los resultados de la última encuesta Gallup-Hoy. En cuanto a las causas que provocan la corrupción, el 16% la atribuye a la falta de empleos, el 13% a la mala administración de los gobiernos, el 10% a la delincuencia, el 9% al tráfico y consumo de drogas, el 7% a la ambición de la personas por el dinero y el 6% a la impunidad.
Cuando se preguntó sobre el desempeño de algunas instituciones públicas para enfrentar la corrupción, la encuesta Gallup-HOY revela que el 68.6% considera como muy malo el desempeño de los partidos; el 60.6% cree lo mismo de los jueces; el 59.3% de la Policía Nacional; el 59% de los fiscales, el 58% de la Presidencia de la República; el 55.7% de la Procuraduría General de la República; el 54.3% del Congreso Nacional y el 52.7% de la Suprema Corte de Justicia. De acuerdo al sondeo, el 45% también considera como muy malo el desempeño de la Cámara de Cuentas y de los ayuntamientos.
El 73% de la población dice que a las personas no les gusta pagar impuestos debido a la corrupción administrativa. El 45% afirma conocer casos de corrupción administrativas sin sanciones. El 34% de los entrevistados dijo que conoce a alguien que tiene un cargo en el Gobierno pero no va a trabajar. Además, la mayoría (66%) afirma que en el Gobierno hay más corrupción que en el sector privado. Y el 53% de las y los electores dicen que en este Gobierno hay más corrupción que en el Gobierno anterior.
Una información discordante con los resultados se hace presente cuando, dos tercios de la población encuestada (60.2%) estiman que a la hora de votar, a la gente no les importa nada que las y los candidatos sean corruptos. Aunque un 37% considera que sí les importa. Otro elemento a destacar es que el 31% de los votantes que conocen actos de corrupción se hacen indiferentes a los mismos; el 41% se queda callado o solo habla del tema con sus familiares más cercanos; el 14% lo habla o comenta con cualquiera y solo el 10% lo denuncia a las autoridades. A pesar de esta visión sobre el fenómeno de la corrupción, un 67% de los consultados está esperanzado y cree que sí se puede hacer algo para evitar que haya corrupción, aunque un 31.4% considera que no se puede hacer nada para evitarla.
Cuando se preguntó sobre las instituciones y colectivos que más están aportando en la lucha contra la corrupción el 61.2% de los personas consultadas señaló que la prensa hace un buen trabajo para enfrentar la corrupción. Le siguen las iglesias evangélicas, con 60.8%, y la Iglesia católica con 59.6%.
Según los resultados de la encuesta Mark Penn, la gran sorpresa ha sido el apoyo y el entusiasmo que suscita la Marcha Verde sobre la cual un muy alto 84% ha oído hablar y de estos, dos terceras partes simpatiza con sus propósitos y estrategias de lucha. Entre los que tienen entre 18 y 24 años esa proporción sube a 77%. Un 69% de los independientes expresaron esa simpatía y aún un 51% de los peledeístas.
En definitiva, aun con sus datos contradictorios, los resultados de estas encuestas señalan que para la gente hay una conexión directa entre el deterioro de la convivencia social, la corrupción y la impunidad. Esto es un signo esperanzador que indica que la conciencia social y colectiva va avanzando; a esto ha ayudado significativamente el aporte de la Marcha Verde apoyada por diversos sectores y colectivos, con el apoyo decidido de un grupo de periodistas comprometidos.
Queda el desafío de pasar de la palabra a los hechos, para involucrar a más personas en la lucha por el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y el uso transparente de los recursos públicos asignados a aquellas instancias e instituciones que deben ejecutar políticas públicas orientadas a fortalecer la calidad de vida de la población y en particular de la más excluida. Esto nos desafía, como personas y como colectivos, a involucrarnos en la tarea de la re-construcción de esta sociedad, sobre la base de una convivencia social fundamentada en el trabajo honesto compartido, la transparencia, y la equidad solidaria.