1.- El Sr. Danilo Medina entrevistado en Nueva York (según creo) sobre el caso de Felix Bautista tartamudea con evidente disgusto, pero no debemos culparlo por eso; lo hace con frecuencia. Luego, dice que el preferiría tratar ese tema en el territorio nacional o sea, que la mayor colonia de expatriados dominicanos no le parece al Lic. Medina un escenario apropiado. Tampoco lo culpo. Es mejor para él discutir ese tema en una entrevista que tenga lugar en la República Dominicana donde los medios de comunicación callan en abierta complicidad y contubernio con el PLD de Danilo, de Leonel, de Felix y de todos los demás. Bautista, según el Lic. Medina, se ofreció para ir a la Procuraduría lo cual no solamente no responde lo que le habían preguntado sino que carece de valor legal porque esa misma Procuraduría ha rehusado varias veces investigar las múltiples denuncias que sobre corrupción han sido documentadas y publicadas y eso lo dice un señor que afirmó en campaña que “ el solo rumor público bastaría” para proceder judicialmente. Finalmente afirma el Lic. Medina y aquí es donde está la sustancia de esa entrevista: “Yo soy Danilo. Yo soy responsable por mis actos y respondo por ellos”. Pero eso no es verdad al menos en dos aspectos básicos.
Primero, usted es Danilo Medina pero no es verdad que usted sea responsable por sus actos, lo que si es verdad es que la sociedad y la justicia no le han pasado la cuenta porque para eso la compraron ustedes. Usted, y se lo digo a las claras, usted es responsable de toda la corrupción dentro del gobierno actual y esa corrupción además de documentada y publicada, ha sido incluso admitida en público en varios casos siendo uno de ellos el del ministro de la juventud y la denuncia de la propia procuradora del Distrito Nacional que en lugar de someter a una juez por corrupción, la denuncia. Ni a el ni a nadie le ha pasado nada, ni siquiera ha sido anunciada una investigación, ni siquiera un reproche público y ni soñar con una destitución y enjuiciamiento, así que no me diga a mi, no me falte el respeto diciéndome que usted es responsable de sus actos. Si usted cree que acaso porque usted personalmente no robe, es inocente, está muy equivocado. Usted quería tener el cargo que hoy tiene aunque de cualquier manera. Otros tan o mas indignos que usted mismo han ocupado ese cargo y en su caso la indignidad procede, primero del origen del mandato y luego del desempeño de este. Usted, a diferencia de los que tenemos ese cargo es responsable de usted y de todo lo que suceda y acontezca en la gestión pública y le reitero por enésima vez que rehusar investigar las denuncias de corrupción en perjuicio del pueblo dominicano, aunque una parte de dichas denuncias se refieran a la administración anterior, es una denegación de justicia, una abdicación de responsabilidades y un irrespeto masivo a la nación dominicana en general y muy en particular a los que votaron por usted, entre los que, a Dios gracias, tengo la honra de no contarme.
2) La Sra. Margarita Cedeño de Fernández afirma en unas declaraciones sobre la muerte de 11 niños en el hospital infantil que “si hubiera sido yo, ya eso estaría resuelto”. Como esas declaraciones vinieron acompañadas de sonrisas y luego risa y desenfado mucha gente la ha criticado duramente.
Yo discrepo.
Ella sonrió, como hace siempre, porque le han dicho los guionistas del espectáculo que eso cae bien, que es simpático y como ella no tiene como discernir la diferencia entre lo solemne, lo trágico y lo simpático pues, nada, sonrió primero y se rió después.
Pero mi discrepancia es mayor.
Nadie, que yo sepa ha comentado el contenido de su declaración: “si hubiera sido yo ya estaría resuelto” o sea que ella es mas eficiente y resuelta que el Lic. Danilo Medina a quien está implicando como inepto porque todos sabemos que el problema ni se ha resuelto ni se va a resolver mas que en los titulares de los periódicos. Ella no aludió ni se refirió al Lic. Medina, ni anunció que iba a hablar el tema con él ni que le informaría, ni siquiera que esperaba que la nombraran en alguna comisión. Dejo lo demás al juicio de cada cual.
Cuando el viernes 10 de octubre se anunció la destitución del ministro de salud uno se pregunta si el Lic. Medina –que se caracteriza por no actuar- lo hizo acosado por las declaraciones de la Sra. Margarita Cedeño de Fernández o francamente avergonzado por el hecho y el manejo mediático y político de ese mismo hecho.
3) El ex presidente Leonel Fernández fue repetidamente abucheado en Nueva York. Yo estaba en la ciudad pero no asistí ni presencié los abucheos. Solamente puedo hablar de la gente que en mi presencia anunciaba su intención de ir o la satisfacción de haberlo hecho. Sin embargo, nada de lo que se ha dicho recoge la intensidad de la sensación que me tocó presenciar. Muchos dominicanos vieron en el viaje del Dr. Fernández una oportunidad para descargar parte de la indignación reprimida que han vivido por años y hacerlo en un entorno donde Fernández no estaría cubierto y protegido del rencor por el equipo de seguridad local que, naturalmente, opera con las reglas locales de irrespeto absoluto a las personas en ejercicio de sus derechos de protestar y mostrar inconformidad. No fueron miles, sino solamente cientos de personas las que en conjunto gritaron consignas y mostraron pancartas contra Leonel Fernández, pero, a no dudarlo, había intensidad en el ánimo de la protesta. Fernández, que no es tonto, debe haber visto en esos abucheos un presagio de lo que le espera cuando, como ocurrirá en su momento, el blindaje judicial que lo protege se quiebre incluso si esa quiebra procediera, como el caso de ahora, de investigaciones lanzadas en otros países. El ex presidente de Costa Rica, como ya publiqué antes, fue condenado a prisión por los resultados de una investigación iniciada precisamente en los EEUU. Siempre digo: es solo cuestión de tiempo.
Haber salido por la puerta trasera evitando a los protestantes tiene varias lecturas, algunas son personales y pertenecen al ámbito del carácter del Dr. Fernández, otra, vincula ese hecho con la conducta generalizada de los jefes peledeistas: roban, esquilman, abusan y mienten pero, salvo una excepción conocida, no dan la cara. No se atreven a mirar la frente las consecuencias de sus propios actos. No se atreven a enfrentar a las víctimas de sus desmanes. No todos los criminales son capaces de mirar de frente y a los ojos, a sus víctimas.