Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están presentes en todas las facetas de la vida actual e  impactan en muchas áreas del conocimiento. Y en el sector educativo pueden ser de gran apoyo para docentes y estudiantes. Pero, las recomendaciones más recientes apuntan a un uso moderado, que asegure la participación activa del estudiante; la interacción frecuente entre docentes y discentes; la participación y colaboración en grupo, y la conexión con el mundo real.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) titulado Estudiantes, computadoras y aprendizaje: Haciendo la conexión, vincula el uso de las TIC con los resultados académicos. El estudio, basado en la primera evaluación PISA sobre habilidades digitales de los estudiantes, indica que las escuelas aún no han aprovechado el potencial de la tecnología en el salón de clases para abordar la brecha digital, y preparar a todos los estudiantes con las habilidades que necesitan en el mundo conectado de hoy, y lograr un mayor nivel de aprendizaje.

Este informe fue presentado en París el pasado día 15 del mes que finaliza por la Directora de Gabinete de la OCDE, Gabriela Ramos, quien durante el lanzamiento por videoconferencia, enfatizó que una de las conclusiones centrales es que “la tecnología no es un fin en sí mismo, sino un medio para fortalecer el aprendizaje.” También afirmó que “asegurar que cada niño alcance un nivel básico de competencia en lectura y matemáticas hará más para crear igualdad de oportunidades en un mundo digital, que sólo ampliar o subsidiar el acceso a los servicios y dispositivos de alta tecnología.”

Cabe recordar que la OCDE había recomendado a los países que invirtieran "en forma efectiva en tecnología" y que "los sistemas educativos integren tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje". Sin embargo, este reporte concluye que "en general los estudiantes que utilizan computadores de manera moderada en la escuela tienden a lograr mejores resultados de aprendizaje que los estudiantes que las utilizan raras veces. Pero los estudiantes que utilizan computadoras muy a menudo en la escuela obtienen peores resultados, incluso después de tomar en cuenta el origen social y las características demográficas de los estudiantes".

Asimismo, los resultados de este estudio de competencias digitales en la población escolar participante, especialmente en los países europeos, demostraron que cuando los estudiantes hacen pruebas por computadoras sus resultados empeoran notablemente.

La investigación comparó los resultados en las pruebas PISA que realizaron alumnos de 15 años de 31 países en 2012. Parte de estos exámenes se hicieron desde computadoras para evaluar habilidades digitales como el uso de los programas, la elección de fuentes e hipervínculos en el examen de lectura o el empleo y elaboración de tablas de datos y gráficos en la prueba de matemática. Los estudiantes respondieron también a una encuesta sobre sus hábitos con las TIC.

Este informe discute las diferencias en el acceso y el uso de las TIC -conocidas como brecha digital- que están relacionadas con las condiciones                     socio-económicas del estudiante, su género, la ubicación geográfica y la escuela a la que asiste. Explora cómo los centros y los sistemas educativos han integrado las TIC en las experiencias de aprendizaje de los estudiantes. Resalta la importancia de impulsar la habilidad de los estudiantes para navegar a través de textos digitales; y examina cómo se han desarrollado en los últimos años el uso y el acceso de los estudiantes a los dispositivos de las TIC.

Según este reporte, utilizar de forma moderada computadores en la clase, ayuda más al aprendizaje que un uso muy frecuente sin planificación. Y muestra en la radiografía por países, que la mayoría queda por debajo de la media de la OCDE en lectura y resolución de problemas online, que implica saber navegar y buscar fuentes en Internet o elaborar tablas de datos y gráficos desde el computador.

Otro aspecto que resalta el estudio es que el tiempo en clase y la experiencia de los docentes son más determinantes en el aprendizaje. Francesco Avvisati, autor principal del informe, sostiene que “Es bueno que los profesores enseñen a los estudiantes a buscar en Internet de forma inteligente, pero las tecnologías no son útiles si se intenta aprender por ejemplo una lengua haciendo ejercicios repetitivos”.

El informe destaca su importancia para organizar las prácticas de los alumnos o en el aprendizaje por proyectos. Es decir, son útiles para algunas cosas pero no la clave para todo: “Si un país hace una inversión importante en tecnología sin preguntarse cuáles van a ser los usos, el dinero le servirá de poco”, predice Avvisati.

También señaló que en todos los casos se muestra una tendencia: “los alumnos de las clases privilegiadas utilizan las nuevas tecnologías para buscar informaciones, noticias y datos prácticos, mientras que los de clases más bajas las usan sobre todo para el entretenimiento”.

Este informe puede ser interpretado como un llamado de atención para moderar las expectativas respecto al efecto que las inversiones en las TIC pueden tener en el desempeño educativo, pero al mismo tiempo confirma que los países que han hecho grande inversiones en las TIC en el no han visto ninguna mejora evidente en el rendimiento de los estudiantes en los resultados de las pruebas PISA en lectura, matemática o ciencias.

Por otra parte, es reveladora esta afirmación de la autora de Educar en la realidad, Catherine L’Ecuyer: “En Silicon Valley, los altos ejecutivos de empresas tecnológicas llevan a sus hijos a colegios de élite que no usan ningún tipo de pantalla. Steve Jobs [Informático y empresario estadounidense. Padre del primer ordenador personal (el Apple I) y fundador de Apple Computer] no dejaba que sus hijos usarán la tableta”. L’Ecuyer asegura que “estos dispositivos motivan para la diversión, no para el aprendizaje”, y que “la mejor preparación para el mundo online es el mundo offline”.

Finalmente, disponer de acceso a informaciones que vayan más allá de los libros de texto permite a los estudiantes explorar y comprometerse de forma más activa con los contenidos curriculares. Sin embargo, las iniciativas tecnológicas deben diseñarse con cuidado para garantizar que estas poderosas herramientas conecten con el método de enseñanza de los docentes y el aprendizaje de los estudiantes en cada contexto educativo y lo mejoren, indican los especialistas.