El ministerio de Educación tiene la responsabilidad social de asegurar que el sistema educativo logre los objetivos de la educación con eficiencia, calidad y equidad. Por eso aplica Pruebas Nacionales (PN) para evaluar “los logros de aprendizaje de los y las estudiantes al concluir los niveles básico… y medio”.
Cada año publica el Informe Resultados Pruebas Nacionales Primera Convocatoria, cuya finalidad es “proporcionar informaciones sobre el desempeño de los estudiantes y promover la reflexión con el fin de elaborar planes de mejora y tomar decisiones que permitan optimizar los factores asociados con los resultados de aprendizaje”.
Sin embargo, con más de veinte años de aplicación no se percibe que hayan promovido tal reflexión y mucho menos que en base a ellas se hayan elaborado planes de mejoras y tomado decisiones para mejorar el sistema como un todo. Sólo han formado parte de la promoción en los grados terminales de la educación preuniversitaria.
Las PN son obligatorias y un referente nacional de evaluación estandarizada. Sus resultados tienen impacto en las calificaciones de los alumnos para acceder al nivel educativo siguiente. Representan un 30% de la calificación final; el 70% corresponde a la nota que acumulan los estudiantes en el centro educativo, producto de las distintas actividades en las áreas/asignaturas. “Para alcanzar la promoción es necesario aprobar las cuatro asignaturas con puntuación de al menos 65 puntos en Básica y 70 puntos en Media”.
Es poco probable, insólito y propio de Guines, que estudiantes con calificación máxima en el centro educativo (70%), obtengan cero por ciento (0%) en las áreas/asignaturas de PN y se promuevan. Es decir, las PN no establecen una puntuación mínima, sino que ambas calificaciones sumen el puntaje o más establecido para aprobación.
Los argumentos del Minerd de que "no promueven ni se pasan", y que: "No se puede equiparar la nota del centro que obedece a múltiples criterios, y toma en cuenta diversos procesos a la nota de la prueba que como examen estandarizado obedece a reglas mucho más rigurosas y a un diseño de escala de puntaje distinto al de un centro educativo", como señaló la directora de Evaluación de Calidad de la Educación, Ancell Scheker Mendoza, resultan inapropiados para justificar los bajos resultados que se suceden cada año en PN. Además, hay que recordar que la teoría expresa que se evalúa como se enseña, pues no tendría sentido el proceso enseñanza-aprendizaje.
Los puntajes promedios en estos tres períodos indican que en Básica el mínimo correspondió a Matemática, 14.7, equivalente a 49 puntos, en octavo grado 2011-2012 y en Tercer Ciclo de Adultos 2013-2014. Mientras que el puntaje máximo, 18.2, en Lengua Española en 2012-2013 es equivalente a 61 puntos. Las otras dos áreas en este nivel educativo se enmarcan entre estos dos parámetros.
En Media General, el puntaje promedio más bajo fue 16.2, equivalente a 54 puntos en Ciencias Naturales en 2011-2012 y en Matemática 2013-2014. Y el puntaje mayor fue 21.1 en Lengua Española, en Técnico-Profesional 2012-2013, equivalente a 70.3 puntos.
Estas informaciones son reveladoras de los niveles de aprendizajes que están adquiriendo los estudiantes y del trabajo cotidiano de los docentes en los niveles preuniversitarios, entre los factores que pueden influir en estos famélicos resultados.
La educación es un proceso complejo y el aprendizaje una actividad y un logro difícil, que requiere condiciones previas que son determinantes. No se aprende todo lo que se enseña, ni sólo lo que se enseña. Aprender es, en gran parte, un acto voluntario que exige a los estudiantes grandes dosis de esfuerzo y motivación, ¿estarán faltando en la escuela dominicana?
La revolución educativa ocurre en el aula, y estos resultados de las PN confirman su inexistencia en las escuelas. Hay que “Hacer lo que nunca se ha hecho”.