La Ordenanza 1-2016 establece evaluaciones diagnósticas censales para los estudiantes al finalizar cada ciclo educativo de tres años. Se aplicarán en 30 y 60 de primaria y en 30 de secundaria, a fin de identificar los logros de aprendizaje y, con esta información, retroalimentar el sistema educativo y monitorear el desempeño de los estudiantes en relación al currículo por competencias. Se evaluará un grado por año iniciando en 2017.

Según Naím (2018), es políticamente atractivo anunciar que un alto porcentaje de estudiantes de un país va a escuelas y colegios, pero eso de nada sirve si la gran mayoría de ellos aprende poco. Es, exactamente, lo que muestran los resultados de la primera Evaluación Diagnóstica Nacional de Tercer Grado de Primaria 2017, donde los estudiantes que concluyeron la fase inicial del proceso de lectoescritura y cálculo aprendieron poco. Y la cantidad de estudiantes que aprendió lo que tenía que aprender fue en un porcentaje reducido.

De acuerdo al Informe Nacional, esta evaluación  fue aplicada del 15 al 25 de mayo de 2017 a 176,772 estudiantes de escuelas públicas y privadas, cuyo propósito plantea: “identificar las competencias que han logrado desarrollar los estudiantes en Lengua Española y Matemática establecidas en el currículo nacional para dicho grado y así orientar las acciones de las distintas instancias del sistema educativo hacia la mejora de la calidad y la equidad”.

Los resultados de las áreas académicas evaluadas, se expresan en tres niveles de desempeño. Cada uno describe lo que los estudiantes saben y son capaces de hacer, en relación a las competencias establecidas en el currículo nacional: Nivel Satisfactorio. Abarca todas las competencias esperadas al final del primer ciclo de primaria. Los estudiantes han logrado las competencias específicas establecidas en el diseño curricular. Nivel Aceptable. Contiene algunas competencias establecidas para el tercer grado en el currículo. Los estudiantes han desarrollado algunos de los conocimientos y habilidades previstos. Nivel Elemental. Agrupa las competencias más básicas. Los estudiantes tienen un dominio mínimo de conocimientos y habilidades; solo han logrado indicadores propios de grados anteriores.

Otro aspecto importante del alcance de esta prueba, es que sus resultados son “el producto del proceso de aprendizaje durante todo el primer ciclo de primaria (1ro, 2do y 3ro), no solamente durante el tercer grado”. 

De acuerdo al desempeño, la evaluación puntúa en Nivel Satisfactorio al 12% de los estudiantes en Lengua Española y en 27% los de Matemática. Es decir, que el 88% y el 73% de los estudiantes no lograron las competencias esperadas en las dos áreas. Estos porcentajes se distribuyen así: Nivel Aceptable, 38% en la primera y 28% en la segunda. Y en el Nivel Elemental, 50% en Lengua Española y 44% en Matemática.

En la presentación de estos resultados preocupantes, el pasado 12 de abril, el ministro de Educación, Andrés Navarro, en vez de anunciar algunas medidas para enfrentar el estado SOS en que esta prueba situó los estudiantes del Primer Ciclo del Nivel Primario 2017, cuya repercusión negativa afectará la calidad de los aprendizajes en los grados siguientes,  con consecuencias similares a cuando se construye la zapata de un edificio con más arena que cemento, enfocó su exposición en la significación de la prueba para el sistema.

A continuación se citan algunos de sus planteamientos: (1) “la lección más importante de la evaluación diagnóstica, más allá de sus resultados, ´es la apuesta a la calidad sobre la base del conocimiento de la realidad, pues esta evaluación no se hizo a los estudiantes, sino a todo el sistema´”. (2) “Esta prueba realizada por primera vez a estudiantes del primer ciclo de Primaria con un carácter censal en todas escuelas, ha mostrado fortalezas que nos estimulan a seguir […], pero también debilidades que asumimos con responsabilidad, y que nos comprometen a todos como sociedad…”.

También afirmó “el estudio con carácter diagnóstico se acentuó en la investigación científica para generar las evidencias, práctica en el Minerd que está cambiando la forma de actuar sobre la base del prejuicio o la presunción,…” (3). Asimismo, “Destacó el alcance de la prueba diagnóstica, ´aplicando instrumentos estelares en el proceso enseñanza-aprendizaje como son los estudiantes, los docentes y los directivos de gestión, pero de manera especial a las familias,… ´¨ (4). Y “Precisó que el estudio, fundamentado en la nueva estrategia curricular, ´representa un hito en la historia del sistema educativo dominicano, en procura de la mejora de la calidad sobre la base de la investigación científica, lo que nos muestra que vamos hacia una transformación real en el manejo de la educación´¨ (5). 

Para la directora de Evaluación de la Calidad del Minerd, Ancell Scheker, “Esta evaluación que nos revela avances y debilidades, constituye el punto de partida para monitorear el desarrollo curricular e información fundamental para elaborar los planes de mejora”, Y “destacó que los resultados obtenidos en la evaluación no tienen consecuencia alguna en las calificaciones académicas de los estudiantes, ya que solo se trata de un mecanismo de monitoreo sobre la marcha de los aprendizajes, además de que permite retroalimentar el sistema educativo para la formulación de las políticas de apoyo a los centros educativos a nivel nacional”.

Por tanto, la sociedad dominicana espera que para el próximo año escolar se conozcan las nuevas políticas que el ministro de Educación implementará para mejorar los aprendizajes, no solo  en el Primer Ciclo del Nivel Primario sino en todo el sistema. Así hará realidad lo que expresó en la aludida presentación: “vamos hacia una transformación real en el manejo de la educación”.