En la República Dominicana no hay datos rápidos y confiables sobre el comportamiento electoral de la ciudadanía. Se publican muchas encuestas pre-electorales pero no hay encuestas disponibles a boca de urna. Toma entonces tiempo saber cómo vota la ciudadanía por estratos sociales.

Mucho antes de las elecciones del 5 de julio de 2020 comencé a plantear que el PLD había perdido apoyo en la clase media urbana, segmento social que le había permitido ganar elecciones desde el 2004 hasta el 2016; y poco antes de las elecciones enfaticé en artículos y entrevistas que el voto de la clase media iría mayoritariamente al PRM.

Aquí utilizo diversos datos que muestran apoyo empírico a esos planteamientos.

Comienzo con datos pre-electorales de la última encuesta Gallup-Hoy, la que más acertó en la proyección de quién ganaría.

Según dicha encuesta, el 61% de la población encuestada dijo estar segura de que iría a votar, aunque en la realidad lo hizo solo el 55%. Los hombres sobrepasaron a las mujeres en su intención firme de acudir a las urnas: 69% contra 53%.

¿Qué incidió en esa menor intención de votar en las mujeres? Parece que el COVID-19. Un 32% de los encuestados dijo que dejaría de ir a votar por miedo al contagio, pero al desagregar por sexo, esta es la diferencia: 23% de los hombres y 41% de las mujeres.

En la preferencia electoral, la encuesta mostró que 57% de los hombres prefería a Luis Abinader sobre 50% de las mujeres, mientras para Gonzalo Castillo la intención de voto era 31% los hombres y 41% las mujeres. Por tanto, una mayor votación de hombres que de mujeres beneficiaba al PRM. Las mujeres tienden a ser más pobres, encabezan muchos hogares pobres y se han inclinado más a votar por el PLD.

Sobre la votación por estrato socioeconómico, el investigador Gustavo Caffaro de la Universidad de Nueva York ha ofrecido datos importantes para abordar este tema.

En el Distrito Nacional, donde se registra la mayor diversidad de estratos sociales, Caffaro clasificó los barrios por el valor de la tierra y encontró que en aquellos de mayor nivel socioeconómico como Naco, la Esperilla y el Viejo Arroyo Hondo, los votantes se inclinaron más a votar por el PRM, mientras en los de menor nivel socioeconómico como la Zurza y Domingo Savio, los votantes se inclinaron más por el PLD (ver en la web su artículo: “¿Cómo votaron los barrios del DN en las elecciones presidenciales del pasado julio?”, pascalanalytics.com).

Caffaro también analizó las votaciones en los barrios del D.N. por la cantidad de escuelas públicas y privadas, y encontró que en los barrios con más escuelas privadas el PRM obtuvo mayor porcentaje de votos, mientras en los barrios con más escuelas públicas al PLD le fue mejor (ver “El voto por barrio en el D.N., versión estadística”, pascalanalytics.com).

En otro artículo titulado “Frontera e interior: contraste de colores”, Caffaro muestra que al PRM le fue mejor en las provincias más prósperas del Gran Santo Domingo y el Cibao, y al PLD en las fronterizas y del sur profundo. A saber, en las provincias más prósperas se concentra más población y más clase media.

Para gobernar con efectividad, el PRM tiene que dar respuesta a las expectativas de bienestar de esa clase media que lo eligió sin hundir a los pobres y sin favorecer excesivamente a los ricos. Es un inmenso desafío en medio de una crisis económica.

Artículo publicado en el periódico HOY