A medida que me acerco a la fecha escogida para retirarme de la política dominicana, me sigue sorprendiendo y descorazonando la ausencia de inteligencia, perspicacia, sentido común y de análisis en el común de la gente. Ahora, es con el tema de la apertura de relaciones diplomáticas entre nuestro país y la República Popular China en sustitución de Taiwan. Un señora con una expresión de miedo terrible en la cara me preguntó: ¿ Y ahora que va a pasar con el dólar? Otra con el desconcierto dibujado en cada arruga de su rostro exclama: ¿ y que tu crees que quieren los chinos ahora con nosotros?
¡Ayy Dios!
Los chinos no quieren nada con nosotros. Ellos están ahí desde que ganaron la guerra, desde los tiempos de Trujillo, desde que los admitieron en la ONU, desde siempre. Eramos nosotros los que no entablábamos relaciones con la República Popular China por nuestro anticomunismo, por nuestro alineamiento con Estados Unidos, por la Guerra Fría de entonces.
¿Por qué ahora? Muy sencillo. Porque le conviene a Danilo Medina quien sabe perfectamente bien que Estados Unidos no lo quiere, no comulga con su gestión reeleccionista ni con su coqueteo chavista. Ese rechazo es público y los americanos no desperdician oportunidad de manifestarlo quitando visas, mandando a buscar al procurador o quejándose de la impunidad reinante. Entonces, si los americanos no lo quieren Danilo sale a buscar quien esté dispuesto a quererlo y China era como una de esas opciones que uno no escoge hasta que se queda sin alternativas. Y ese es precisamente el caso.
¿Que necesita Danilo ahora? Legitimidad y respaldo y si China se lo ha dado a Nicolás Maduro, ¿por qué no habría de dárselo a el también? Y sabemos, por numerosas experiencias que los chinos, en materia comercial, no se andan con muchos remilgos y no les importa hacer negocios con un déspota africano, un genocida asiático o un corrupto dominicano.
Los chinos, en realidad, no andan mirando ni imponiendo modelos económicos ni ideologías a nadie. Ellos venden, tu compras o a la inversa. Negocio es negocio sin por eso dejar de advertir las implicaciones geopolíticas de hacerlo. En este caso A ellos les importa un pepino que Danilo Medina esté en reelección o no. China expande y consolida su presencia en América Latina. Pero China, a diferencia de los EEUU, no anda imponiendo sanciones a nadie en Venezuela, derrocando gobiernos como en Brasil, financiando elecciones como en Honduras ni aupando a Macri en Argentina. Si Danilo Medina se decidió a entablar relaciones diplomáticas como debieron hacer sus predecesores hace décadas, a ellos no les importa la tardanza sino el tipo y monto de los negocios.
China busca mercados donde colocar su producción extraordinaria de todo, desde sardinas hasta aviones, desde salsa de soya hasta celulares de última generación incluyendo todos los electrodomésticos, equipos, medicinas y muchos etcéteras. China, tanto como todo lo anterior, busca donde colocar sus capitales de los cuales tiene un excedente fabuloso y, la inversión de esos capitales, alienta el consumo de la misma tecnología y productos que ellos tienen; como dicen muchas empresas americanas cuando quieren significar que están realmente dispuestas a hacer negocios como quiera: “no questions asked”.
Si los americanos no lo quieren, Danilo va donde los chinos. Si ya se le están secando las fuente de financiamiento tradicionales, se va donde los chinos. Si Punta Catalina lo hunde, alguna corporación china podría sacarlo a flote de nuevo. Si los americanos se ponen necios con el tema corrupción se queda con los chinos y además le saca la lengua al Departamento de Estado gritándole: yeje, yeje, yeje. Y ¿por que hace todo eso? El sabe o sospecha que los Estados Unidos aunque no quieren saber nada de él, tampoco van a intentar derrocarlo. El sabe que los chinos no juegan y que tienen proyectos grandes y de todo tipo y el sabe también que mientras mas dinero metan los chinos menos probable es que se hunda.
Los chinos, por su parte, saben quien es Danilo Medina pero no les importa porque al fin y al cabo, ese es un problema nuestro, no de ellos. Si Medina fracasa mañana, lo derrocan, se muere o le da un patatú ellos como quiera van a seguir haciendo negocios, como quiera tendremos que pagar las deudas y ellos seguirán con el que venga como si nada hubiera pasado.
Finalmente, Danilo Medina sabe que el establecimiento de relaciones diplomáticas con China le facilita recursos, respaldo y blindaje; la Constitución es mas fácil de modificar ahora, la reelección se acerca un poquito mas y en el momento preciso habrá dinero para todo. Medina sabe que si los americanos no están dispuestos o carecen de los medios para sustituirlo su único peligro procede de dentro y como el sabe también que la oposición no tiene ánimo, fuerza, visión ni determinación para derrotarlo en elecciones, solamente tiene que cuidarse de una poblada y cuando esta finalmente llegue imitará, si puede, lo que hizo Maduro en Venezuela porque ese es el modelo que lo inspira aunque el jamás haya tenido los méritos que en su momento han adornado el chavismo.
A los de Taiwan que se los lleve el mismo diablo, a Danilo ¿que le importa? Y a los chinos menos. En cuanto a otro detallito será interesante ver si José Miguel Soto Jiménez es ratificado por Danilo con un ascenso a la embajada de China o si es “degradado” viendo que se la den a otro algo que aunque comprensible sería percibido de esa manera.