¿Por qué escribo una columna sobre plantas del Caribe y de las Américas? A veces cuando le digo a alguien que estoy interesada en las plantas, los ojos se entrecierran y yo imagino que esa persona está pensando: “Qué aburrido”. Quizá me cataloga como una cobarde ecologista o una abuela “envejeciente”, que planta flores en su patio, o árboles frutales; o quizá, algunas verduras y hierbas. Y lo admito, sí, mantengo una pequeño jardín.

Por consiguiente, trato de explicar lo que en realidad me intriga que es cómo las plantas han influenciado nuestras culturas, cocinas, creencias, salud, arte y vidas. ¿Plantas? ¿PLANTAS? La mayoría de las personas podrían preguntarse por qué las plantas son importantes, especialmente cuando hay influencias más obvias sobre la historia de la humanidad, tales como las guerras, las enfermedades, los viajes, la política y el clima.

En mi niñez, no tenía interés alguno en las plantas que rodeaban nuestra casa, excepto por las fresas, tomates, maíz y los guisantes verdes que crecían en el jardín de mi mamá. Desde luego, sentarme sobre la hierba era agradable (aunque padecía de alergias), los arbustos eran divertidos para esconderse detrás de ellos cuando jugábamos a las escondidas. Mi incipiente interés intelectual se centraba más en la historia antigua -las pirámides, las ciudades perdidas, las momias- por eso, no hay que sorprenderse de que en la universidad me especialicé en antropología y arqueología.

Por coincidencia, cuando comencé mis estudios de doctorado en arqueología en Columbia University en Nueva York, una de mis tareas fue ayudar a un profesor que había excavado una cueva precolombina que fue habitada por grupos de primitivos agricultores. Mi profesor había recogido capa sobe capa de basura, guano de murciélago, objetos culturales, huesos, y materiales de plantas. En medio de esta mezcla, él descubrió pequeñas mazorcas de maíz (de más o menos 5 cm), algo que sugería que se había cultivado una hierba silvestre nativa. Encontró también semillas de plantas de calabaza, que probablemente se habían traído de la cuenca del Amazonas.

Mi trabajo de estudiante graduada era montar en un avión y tomar muestras de estas mazorcas de maíz y las semillas de calabaza y llevarlas a Harvard University, donde un famoso etno-botánico confirmó la identificación de estos restos de plantas. Al pasar por la revisión del equipaje yo tenía que explicar cuidadosamente que yo transportaba una caja de restos de plantas prehistóricas (la mayoría de los estudiantes en los años 1960 probablemente tenían plantas más sospechosas en su posesión).

El hecho de que estas comunidades primitivas fueran capaces no solo de cultivar plantas silvestres, sino también, importar plantas desde otras regiones fue algo que me asombró. Más tarde aprendí que durante siglos en toda América y particularmente en los Andes y en las costas que bordean el Caribe, había habido un tráfico e intercambio de plantas, alimentos, y pequeños artefactos culturales como las cuentas y cerámica, por medio de viajes terrestres o marítimos. Por ejemplo, el maíz que fue cultivado en los Andes más tarde pasó a las islas del Caribe, a América Central, y hasta la Florida y el sudeste de los Estados Unidos, todo eso antes del contacto con los europeos.

Permítaseme compartir otro ejemplo de comercio precolombino de largas distancias. Cuando trabajé en una excavación arqueológica en el estado de Arizona, en la reservación Fort Apache, encontramos esqueletos de guacamayos de América Central. Estos indios anasazis habían importado aves vivas desde México y las habían criado por sus plumas, las que usaban para decorar sus vestimentas rituales.

Más recientemente tomé conciencia de que las plantas también han viajado largas distancias, sin la ayuda del ser humano, por medio del viento, el agua, los insectos, y los animales a través de la región alrededor del Caribe. Se podría afirmar que en las Américas, las plantas fueron de las primeras en inmigrar cruzando océanos, desiertos y fronteras tribales.

¡Mis viajes a República Dominicana, no obstante, fueron el momento más significativo en el proceso de exploración de la excitante vida transnacional de las plantas! Descubrí que muchas plantas de la República Dominicana eran las mismas o similares a las de la Florida, y aprendí que los pueblos indígenas de las dos áreas usaron plantas similares para alimentarse, para medicarse y para las artes. Así caí bajo el influjo de la historia de las conexiones en el Caribe entre las plantas, los alimentos y las personas.

Además, sostengo que las plantas han tenido una influencia significativa en muchas de las facetas de la cultura humana y que las plantas hasta han alterado en ocasiones el curso de la historia. Un libro seminal acerca de cómo las plantas afectan la historia es Seeds of change- six plants that transformed mankind, de Henry Hobhouse, publicado en 1985 y en 2005. Las seis plantas de impacto seleccionadas por Hobhouse son: quina, azúcar, té, algodón, papa y coca.

La mayoría de estas plantas han tenido efectos positivos y negativos sobre la humanidad. Por ejemplo, la quina ayudó a curar la malaria, pero también abrió el mundo tropical a la explotación por los europeos, norteamericanos y otros pueblos de climas temperados. Al principio, la historia del comercio del té estaba entrelazada con el comercio del opio. La papa desde los Andes les dio sustento a los campesinos irlandeses, alemanes y rusos, pero más tarde la dependencia de la papa, llevó a la hambruna de la papa que mató a miles y forzó una larga migración hacia los Estados Unidos de personas de origen no británico e inició un cambio en la clase y conformación de los pobladores de los Estados Unidos.

El azúcar goza de la preferencia mundial por su dulzura, pero la producción y el comercio del azúcar estuvieron directamente relacionados con el malvado comercio de la esclavitud que dominó África, Europa y las Américas durante varios siglos. En definitiva Hobhouse afirma que el azúcar es en primer término responsable por “la africanización del Caribe”. En la actualidad, el azúcar que es un alimento innecesario que ha tenido profundo efecto en la salud humana, causando diabetes, obesidad, malnutrición, e indirectamente hasta alcoholismo.

Otro libro similar al anterior cuyo título es Seeds of change, five hundred years since Columbus, de Herman J. Viola y Carolyn Margolis (1992, Smithsonian Institute), examina el azúcar, el maíz, la papa, el guineo, el vino, los cereales, el caballo, el ganado, el cerdo y cómo estos cambiaron las Américas y el mundo.

En 2005 Hobhouse escribió Seeds of wealth: five plants that made men rich, que trata acerca de las industrias de la madera, el tabaco, el caucho y la uva que han hecho millonarios a algunos hombres e influenciaron el crecimiento económico de muchos países.

Algunos investigadores sugieren que las plantas no solo han influenciado la historia y los tiempos prehistóricos, sino también que las plantas habían cambiado nuestra planeta mucho antes de que los humanos evolucionaran. Al principio del 2012 la British Broadcasting Corporation presentó una serie de tres películas de Ian Stewart, un profesor escocés de Geografía y Geología, que relata cómo algunos de los más grandes cambios a principios de la geografía histórica de la tierra han sido causados por plantas. Los animo a pulsar en los títulos más abajo y ver las películas directamente en YouTube. Infortunadamente, la narración es en inglés con acento escocés.

Life from Light Cómo las plantas al principio aprovecharon la luz del sol y crearon una atmósfera de vida. Stewart revela la épica batalla entre los dinosaurios y los más altos árboles del planeta. Muestra también cómo las plantas, mediante la fotosíntesis, fueron capaces de convertir esta energía de luz capturada del sol en energía química que puede usarse para alimentar como combustible sus actividades de vida. Además, muestra el autor, cómo las plantas crearon el oxígeno necesario para la vida animal.

The Power of Flowers Cómo las primeras flores esculpieron la tierra e iniciaron la evolución de los animales. Stewart presenta cómo las flores trajeron diferentes colores brillantes a los paisajes más áridos y esculpieron la tierra misma. Él demuestra cómo las flores incrementaron en gran medida el oxígeno disponible para los animales.

The Challenger Cómo las hierbas transformaron la vida en los océanos y desencadenaron la civilización humana. Stewart explora el papel desarrollado por las hierbas a través de la historia; cómo las hierbas provocaron tormentas de fuego en las sabanas de África del Sur, cómo transformaron la vida en los océanos y desempeñaron un papel mayor en la evolución humana.

Entiendo mi papel en tanto que antropóloga y socióloga como intérprete que comunica su apreciación por las plantas a un público en general y que lo anima a echar una mirada más exhaustiva a las plantas que conforman nuestra vida.

Por mi parte, comprendo en la actualidad cuán afortunada he sido al haber tenido una niñez con experiencias sobre las plantas y la naturaleza. No todas las personas tienen la oportunidad de vivir en el campo ni tampoco tienen una experiencia fácil al contacto con la naturaleza silvestre. Sin embargo, muchas plantas interesantes y sus historias se desarrollan bajo nuestras narices, en las calles de las ciudades, en los parques cercanos, y en las plantas que rodean los edificios de apartamentos y los de oficinas.

El Jardín Botánico de Santo Domingo ofrece una encantadora selección de plantas, nativas e introducidas. La información acerca de estas plantas está disponible en el Jardín. Hay también 12 parques nacionales en la República Dominicana. Mi esposo y yo planeamos visitar el parque de Los Haitises en nuestro próximo viaje a República Dominicana, de forma que podamos disfrutar de esta parte del país que permanecía casi aislado hasta recientemente.

Les ruego: ¡Exploren los alrededores naturales y relaciónense con el ancho mundo a través de las plantas!