Es un error, creer que todo el PLD que ayudó a triturar a Fernández en el 2016 será leal a Danilo en el 2020. No lo serán como tampoco fueron leales antes al propio Leonel. Todo depende de los intereses de algo que he dado en llamar “la maquinaria peledeista” esa que quiere y necesita mantenerse en el poder.
Si esos peledeistas entienden que debido a su impopularidad la reelección de Danilo no es conveniente se irán con Leonel pero solamente si creen a su vez que con este pueden mantenerse en el poder.
Ni Danilo ni Leonel son caciques ni lideres políticos tradicionales aunque así lo creen muchos dominicanos, incluso intelectuales y pensadores. Danilo y Leonel, al margen de sus ejecutorias, son hombres fabricados por la publicidad. Ellos no llevan al país ni a sus “seguidores” en una dirección específica ni predeterminada. Ellos siguen cuesta abajo, la corriente de la época y se adhieren como políticas a los temas y posiciones que han sido colocados en los medios como preferentes.
Si el tema LGTB está de moda lo adoptan, si repudiar o acoger a los haitianos está de moda, lo compran, si privatizar las empresas del estado viene pautado por el consenso de Washington, se someten a este, si se trata de privatizar los servicios públicos para beneficiar a unos y enaltecer la modernidad lo asumen. Repito, no son líderes sino seguidores de corrientes pautadas por otros.
Tampoco son caciques porque su conducta carece de autenticidad, su carácter, sus discursos y sus decisiones están basadas no en la capacidad tienen de seducir a seguidores sino en la de sobornar con dinero ajeno que ejercen. Compran adhesiones sin haber ganado lealtades. Son producto de una maquinaria y a ella sirven. Dependen de asesores, encuestas e investigaciones no de la intuición y la voluntad del cacique. No son hijos del destino, iluminados, creyentes y decididos a trascender haciendo historia sino individuos que se enriquecen y enriquecen a los suyos sin visión de país y menos aun de la historia.
La maquinaria peledeista abandonará a Danilo o a Leonel o a cualquier otro en su lugar cuando lo crea un peligro en lugar de una garantía para seguir en el poder; nunca han sido leonelistas como tampoco ahora son danilistas y al final decidirán en función del interés primordial que es permanecer en el poder. Empero, este objetivo está ahora contaminado por la cantidad y nivel de las fechorías cometidas por Danilo y su grupo. Por la creencia de que el grado de ilegitimidad de Danilo y su proyecto alcanza niveles peligrosos y de que las cosas podrían resultar mal. Ellos tienen el poder y temen ser represaliados por otro grupo de su propio partido pero no les preocupa el escenario político nacional porque saben que no hay partidos ni dirigentes de oposición que puedan plantarle cara y que, como animales domésticos, están al lado de la mesa esperando los escombros y las limosnas sin desafiar a los comensales.
Hace dos años escribí: “Precisamente porque al descontento y agotamiento interno con Medina se suma la hostilidad externa el Dr. Fernández se anima. Si bien es cierto que el país le imputa a él delitos casi tan graves como los cometidos por Danilo Medina no es menos cierto que el PLD sigue siendo una maquinaria formidable y que, en aras de seguir en el poder, poco le importaría desertar de uno y regresar al otro a quien igualmente traicionaron antes. Por lo tanto, aunque no sea una buena opción Fernández es apetecible para el mismo PLD que le ha traicionado antes y a ese PLD le importa un pepino que en el proceso Danilo Medina salga ahora perdedor. Esta desconexión, en tanto que persista, entreabre la puerta al Dr. Fernández y este a su vez podría derrotar al danilismo dentro del PLD no tanto por la astucia y determinación del Dr. Fernández sino porque el PLD maquinaria, es decir la parte mas corrupta y canalla de ese partido se percate de que seguir con Danilo es una tarea cuesta arriba”.