Sí, es verdad el razonamiento incuestionable que un ciudadano común soltó ayer: Ninguno de los dirigentes cercanos a todos los candidatos definidos o por definirse en la oposición manifiesta interés en proyectar ideas que lo definan como posible miembro del Gabinete, aunque sea en los ministerios de la Juventud o de la Mujer (los más fáciles de alcanzar, por inútiles y por la poca “grasa” que contienen). Acéchenlos: Todos quieren senadurías, diputaciones, alcaldías o regidurías. La razón se cae de la mata: su futuro no dependería de la suerte del candidato a la Presidencia. Más vale pájaro en mano…