A los 4.5 millones de dominicanos que viven en pobreza o extrema pobreza; a los jóvenes que ni trabajan ni estudian; a quienes “viven” a orillas del Ozama; a los que rumian total olvido en donde alguna vez hubo cañaverales e ingenios; a las mujeres y hombres de todas las edades que extienden la mano en las grandes avenidas; a los asalariados que persiguen inútilmente una canasta familiar de 23,800 pesos mensuales: ¡Felicidades a todos! ¡Sepan que el Banco Central, según un nuevo manual de magia estadística, reporta que la economía dominicana ha crecido 7.2 por ciento! ¿Acaso no es una gran noticia?