Los resultados de las recién finalizadas elecciones municipales, congresuales y presidenciales nos dicen que estamos ante una etapa de nuestros sistemas político y de partidos bastante complejo. Ello así, porque el discreto desempeño de la generalidad de los llamados partidos pequeños, conducen a la existencia de un bipartidismo en extremo imperfecto. Emerge una nueva mayoría alrededor del PRM, en un proceso de su construcción que tendrá que culminarlo desde el poder, al cual sus principales cuadros tendrán que dedicar su principal esfuerzo en dirigir el gobierno. Por otro lado, está un PLD, sumido en una profunda crisis. En este contexto, con sus particulares circunstancia, esos dos partidos están obligados a construir un nuevo relato o cuerpo de ideas.
El PLD sale del poder tan maltrecho, con un futuro tan incierto que no pocos auguran su inevitable desaparición. Por otro lado, el PRM, ha demostrado que llegó para quedarse y no es, como erróneamente y/o malévolamente algunos decían: el PRD con otro nombre. El PLD nació con un pecado original, tuvo como objetivo central, diferenciarse política, sociológica e ideológica del entonces PRD, condenándolo, y en esa condena, coincidía discursivamente con las actitudes que en torno a ese partido tenían los sectores más conservadores del país, reagrupados en torno a Balaguer. Esa coincidencia hizo posible el llamado Frente Patriótico para bloquear a Peña Gómez, máxima expresión del significado del entonces PRD.
El PLD y Bosch, se pensaban progresistas y hasta de izquierda, lo cual concitó la simpatía de sectores de ese litoral, que recelaban de la naturaleza del PRD. Desde el poder, el PLD se convirtió en la negación de sus anteriores prédicas y sus gobiernos, fueron esencialmente una desgracia nacional. Por tales razones, en el futuro, no encontrará de nuevo las coincidencias/casualidad que lo catapultaron al poder. El sistema de corrupción e impunidad y la forma trágica en que ha terminado su último gobierno, lo inhabilitará para captar nuevamente ese significativo número de profesionales y políticos de cierto vuelo, que contribuyeron a la construcción de su dilatado proyecto de poder.
Hoy, sus principales líderes no tienen credibilidad para construir en a breve plazo un nuevo relato para recomponerse y ser opción de poder. De su lado, el PRM vive un momento exultante, lo ha ganado todo y se ha fortalecido, integrando un significativo número de profesionales y políticos, algunos de ellos que por momentos gravitaban en torno al PLD. El PRM se construyó la esencia de su relato, combatiendo un gobierno corrupto y avasallante y al mismo tiempo tratando de escapar de la vieja cultura política del PRD, además de tejer una sólida relación con sectores medios y altos.
Sin embargo, en las condiciones en que el PRM asciende al poder, necesita de la participación activa de la población, para ello debe tener una fluida relación con diversos sectores sociales, sobre todo con los sectores populares, basado en un relato político que incluya esos sectores e incluyéndolos en diversas áreas del gobierno. El PRM se dice social demócrata, pero la significativa presencia en su seno de sectores político/ideológicos conservadores, fortalecida con el ascenso al poder, y un eventual mal manejo del distanciamiento del partido de la cultura perredeista, podrían dificultar la construcción de un relato o cuerpo de ideas que, desde la perspectiva de esa corriente política lo vincule con los sectores populares. Es, ése uno de sus grandes retos. El hecho de que figuras claves en puestos políticamente claves da espacio a la esperanza.
En cuanto a los partidos pequeños, también tienen ante sí el reto de construir un relato que le permita no solamente permanencia, sino crecimiento. La lucha contra los gobiernos del PLD en gran medida se parecía lo que fue una vez la lucha contra los gobiernos de Balaguer: un enemigo fácilmente identificable en cuya condena confluían todos o casi todos. Ahora, la generalidad de los partidos pequeños que formaron la Coalición Política con el PRM, en gran medida forma parte del gobierno, ¿cómo crecer siendo parte del gobierno?, es posible que sólo impulsando políticas en el territorio y el congreso que los vincule con la población, manteniendo sus respectivas identidades Nada fácil, la posición de ellos.
Otros, que no se integraron totalmente a la referida coalición, en general, tenían un discurso que en esencia no se diferenciaba mucho del de ésta, ahora tienen que construir un relato político diferenciador que los obligará a plantearse una clara opción clasista. En resumen, estamos en una coyuntura que obliga a todos a confrontarse con la realidad y crear sus particulares relatos, en un contexto de bipartidismo de incierto futuro, dado las casi irremediables dificultades de uno de los partidos que lo configura. Pienso en el PLD.