El papa Francisco, en vez de recurrir a los médicos forenses policiales del Estado Italiano  para transparentar la causa de la repentina y cuestionada muerte del Nuncio Wesolowski, ha decidido recurrir a forenses de “confianza “ encabezados por el doctor  Giovanni Arcudi (1945), un cuestionado personaje encubridor de un escandaloso caso de triple asesinato acaecido en el mismo Vaticano el 4 de mayo de 1998, muy cerca de los aposentos papales , en donde  aparecieron tres cadáveres baleados (por intrigas de la Curia) en las habitaciones del coronel en jefe de la Guardia Vaticana: el de él  y de su esposa y el de un subalterno, el supuesto asesino y suicida que sirvió para sellar el caso.

¿Por qué lo nombró el papa Francisco? ¿Por qué no recurrió a forenses no cuestionados,  para poder quitarles las dudas a los católicos creyentes de que Wesolowski no fue “suicidado”?

Wesolowski, en peligro de muerte… ¿premonición o lógica?

El 16 de septiembre de 2013, en un artículo publicado en Acento que titulamos “Wesolowski, en peligro de muerte”  decíamos que:

<< Después de analizar las circunstancias y los antecedentes remotos y recientes de la historia delictiva de la Iglesia hemos llegado a la razonable conclusión de que la vida del pederasta nuncio Weselowski corre un grave peligro. Sea por sus propias manos- en forma de suicidio real o suicidio inducido- o sea por causa de “muerte natural” – al estilo de Juan Pablo I- lo cierto es que la vida del sacerdote polaco se encuentra en grave peligro. >>

Afirmando que  “El suicidio o la “muerte natural” del nuncio es la mejor salida que tiene el Papa, el Cardenal [López Rodríguez]  y su Iglesia.”  Pues en ese entonces  el nuncio Wesolowski es [era] un cadáver viviente”.  http://acento.com.do/2013/opinion/210855-wesolowski-en-peligro-de-muerte-2/

Mons. Benito Ángeles, Jozef Wesolowsky y el Cardenal, en la Cena de Gala Empresarial de la Parroquia San Antonio de Padua, dedicada este año a los 50 años de ordenación sacerdotal de su eminencia, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez.
Mons. Benito Ángeles, Jozef Wesolowsky y el Cardenal, en la Cena de Gala Empresarial de la Parroquia San Antonio de Padua, dedicada este año a los 50 años de ordenación sacerdotal de su eminencia, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez.

Para muchos fue exagerada…

Para muchos, en aquella ocasión nuestra afirmación fue apasionada, exagerada, el producto  de supuestos sentimientos anticlericales y no de realidades, sin embargo, como dijimos, aquello obedeció  al análisis de las circunstancias y los antecedentes remotos y recientes de la historia delictiva de la Iglesia”, la que hemos estudiado con profundad , y de lo que hoy continuaremos tratando al hablar sobre “La autopsia de Wesolowski” que hoy , imprudentemente, ha sido puesta en las manos de un cuestionado personaje de la medicina forense al servicio de los papas , de un creyente católico que no será capaz de “encontrar ni dejar”  cualquier muy posible “rastro criminal” en el cadáver de Wesolowski.

Se trata de Giovanni Arcudi

Se trata de Giovanni Arcudi, un personaje vinculado al Opus Dei, al oscuro y remoto episodio de la muerte del  papa Juan Pablo I (1978), y luego al extraño  caso de un triple asesinato  en 1998, todavía pendiente, acaecido en las habitaciones vaticanas que ocupaba el coronel  comandante del ejército papal, a escasos metros del dormitorio del papa Wojtyla, aquel santo encubridor de Marcial Maciel, el monstruoso pederasta obispo mexicano.

De mafias, dineros, intereses, sexo y bancos quebrados, pornografía infantil, de esto se trata. Ésta, y no otra, ha sido la historia de esa Iglesia y, desde luego, no para sus creyentes rebaños que, por que les conviene, la perciben cargada de santidades y gracias.

 Pero,  si no hubo envenenamiento ni nada extraño que ocultar ¿por qué el papa no llamó a la policía italiana para que realizara la autopsia y evitar las especulaciones?

El doctor Arcudi fue de los que participó en el embalsamiento de Juan Pablo I en el 1978, al que se le negó la debida autopsia que establece el canon.

Como aquella noche, la noche del triple asesinato nadie vio nada ni escuchó nada de lo que ocurrió en las habitaciones vaticanas de los Estermanns, a pocos metros de distancia de donde dormía el papa Wojtyla.  En la ocasión “la recogida de pruebas y los análisis balísticos el Vaticano tuvo cuidado de no recurrir a la oficina de registros penales de la Policía italiana y sus expertos en balística, en contra de una práctica establecida donde la policía italiana es llamada siempre que ocurre un crimen en el Vaticano.”

Sobre el triple asesinato. Ver http://www.freerepublic.com/focus/news/808029/posts?page=53 .

Por lo que vemos parece que el papa es adicto a las novelas policiacas o quizás no le quedó otro camino, el del suspenso y la intriga, el que desde siempre ha caracterizado a esta Iglesia constantiniana que guía y orienta al Estado dominicano con su Concordato trujillista.

 Documento del Vaticano concluyendo sobre la cusa de la muerte  http://es.radiovaticana.va/news/1168261