Al trauma electoral del 16F producido por la perversa suspensión de las elecciones municipales que debieron celebrarse en febrero de este año hay que sumarse la triste y nefasta participación de Luis Almagro, que no se sabe si vino a nombre de la OEA o a título personal, cuando hace poco firmó con la JCE un oscuro acuerdo para la realización de una “Auditoría al proceso de Voto Automatizado implementado en las Elecciones Municipales del 16 de febrero de 2020”.
Tratándose de un acuerdo “oculto” realizado por técnicos ajenos a la OEA y desconocidos por el país ha de esperarse unos resultados inciertos y fuera de tiempo, producto de una “diligencia a la carta” que desvía y mediatiza la urgencia de encontrar las huellas de las manos perversas que en este proceso eleccionario estrangularon la transparencia del mismo.
Dada la participación confusa y desatinada del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en casos similares al del 16F de aquí y siendo que todo aparenta que será desbancado de la OEA, conviene dar seguimiento a los autores de esta tomadura de pelo escrita a cuatro manos no necesariamente limpias.
No se sabe si el señor Almagro vino o lo llamaron. De todas maneras su presencia crea suspicacia y genera pocas esperanzas. Es un hombre que prepara las maletas para iniciar una carrera hacia ninguna parte.
Almagro entró en pánico luego de ver amenazadas las posibilidades de repetir el mandato como Secretario General de la Organización de Organización de Estados Americanos, OEA. Todo parece indicar que los vientos no le son favorables y que será desbancado en las elecciones a celebrarse dentro de 7 días.
Todo indica que Almagro cayó en desgracia. La pelea por los votos para la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó a preocuparle grandemente en la búsqueda de su reelección el próximo 20 de marzo. Una mayoría de integrantes de la OEA, rechazará su repostulación y peor si no representa al Estado uruguayo. Los 15 estados miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) se podrían inclinar por su rival.
De igual manera, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, impulsada por México, realiza esfuerzos para bajar a Almagro de la OEA. A estos países se sumaría Argentina, que votará por quien tenga mayores oportunidades de derrotar a Almagro, Nicaragua y Panamá, que acordó votar como los argentinos.
Con fuertes críticas a la gestión de Luis Almagro, dos candidatos se postularon oficialmente para desafiar la reelección del uruguayo al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Se trata de la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, ex canciller y ex presidenta de la Asamblea General de la ONU, propuesta como candidata por Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas, y Hugo Zela, actual embajador de Perú en los Estados Unidos.
Con este panorama tan desalentador, Almagro debe sentirse muy preocupado por su despedida forzada y humillante. Por esto no ha de extrañar que muy poco le interesen las elecciones dominicanas porque él anda trabajando en lo suyo haciendo sus propios amarres y, sobre todo, si ya recibió por adelantado el voto país como pago por sus valiosos “favores” a la JCE y al gobierno de Danilo Medina y también por la construcción de una perversa “cortina de humo” para alejar a los dominicanos de la lucha por la transparencia electoral que fuera arrebata al pueblo dominicano en las elecciones del 16F.
Almagro llegó a la OEA en 2015 apoyado por el Frente Amplio uruguayo, de extracción de centroizquierda, luego de haber sido canciller de José "Pepe" Mujica. Ya instalado en la OEA dio un giro ideológico asombroso y cerró filas con la derecha continental. La candidatura para su actual reelección fue presentada por Colombia en septiembre de 2019.
Por los graves desaciertos escenificados por Almagro, el padrinazgo del presidente Mujica le fue retirado al poco tiempo de estrenarse como Secretario General de la OEA. Mediante la comunicación de fecha 15 de noviembre del 2015, conocida como la “Carta de Pepe”, el ex presidente de Uruguay José Mujica envió al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), una comunicación en la que le dice “adiós” por el “rumbo” injerencista que tomó en relación a las irregularidades del proceso eleccionario en Venezuela. “Las propuestas del Secretario General de la OEA no sirven para alcanzar la paz en Venezuela”, estacó Mujica en su carta.
Mujica escribió entonces -y lo sigue sosteniendo todavía- que estaba arrepentido de haber dado su apoyo, que resultó clave, para la designación de Almagro al frente de la OEA. “Luis: Sabes que siempre te apoyé y promoví. Sabes, que tácitamente respaldé tu candidatura para la OEA. Lamento que los hechos reiteradamente me demuestren que estaba equivocado. No puedo comprender tus silencios sobre Haití, Guatemala y Asunción, al mismo tiempo publicas carta respuesta a Venezuela… “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido. Entiendo que sin decírmelo, me dijiste ‘adiós’. El texto íntegro de la carta puede encontrarse en (https://www.telesurtv.net/news/Pepe-Mujica-dijo-adios-a-Almagro-en-esta-carta-20160618-0019.html).
Almagro pierde apoyo de cara a su reelección, empezando por su tierra. El 19 diciembre del 2018 los medios de comunicación dieron a conocer la noticia de la expulsión de Luis Almagro del partido de izquierda uruguayo Frente Amplio (FA), medida adoptada por unanimidad por haber cometido la más grave falta a los principios: llamar a la invasión militar de Venezuela, un país hermano de la comunidad latinoamericana.
Una sanción sin precedente en la historia de la coalición de izquierda uruguaya. Dentro de sus estatutos, el FA exige una mayoría muy amplia para determinar la expulsión de cualquier miembro. En el caso de la expulsión de Almagro la decisión unánime se tomó con la presencia de 168 miembros.
Desgastado y confundido, Almagro camina por Latinoamérica mendigando votos denegados. Es así como llega a Panamá a mediados el mes de febrero de este año y durante una conferencia realizada ante empresarios de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, el mayor gremio empresarial del país tuvo la ocurrencia de compartir una metáfora que le salpica.
Durante su conferencia manifestó que el mayor problema para las democracias latinoamericanas es cuando “gobierna un burro”, porque eso genera “incapacidad” para gobernar. Destacó también que “ese problema genera incapacidad productiva, genera incapacidades en el funcionamiento de las instituciones y genera incapacidad en la gestión de gobierno”. Reiteró que “el problema principal son los burros, cuando gobierna un burro, cuando dirige una empresa un burro, ese es el problema que es irresoluble”.
El Secretario General de la OEA no dio nombres concretos de gobernantes ni empresarios que gobiernan como burros ni respondió preguntas a la prensa al terminar su conferencia sobre la “paz social y la democracia en América Latina”. Tan parco como cuando vino a autografiar la “novela de ficción electoral de aquí”.
Durante la intervención de Almagro se registró una concentración de personas que protestaron frente a la sede empresarial gritando consignas contra el Secretario General de la OEA, al que llamaron “fascista”, “golpista” y “terrorista”.
El 20 de marzo de 2020 habrá elecciones en la OEA donde Almagro busca ser reelegido. Si algunos gobernantes deciden no votar por él a raíz de su declaración, no faltará quien diga que lo dicho por Almagro no fue -sino- una burrada…
Ojalá que no tengamos que decir que también fue una burrada de la JCE y del gobierno el acuerdo “firmado” con Almagro y la OEA para la realización de una “Auditoría al proceso de Voto Automatizado implementado en las Elecciones Municipales del 16 de febrero de 2020”. Ojalá que las protestas de la Plaza de la Bandera y otros muchos lugares del interior del país y los cacerolazos de la población no sean confundidos con rebuznos de burros y otros équidos. ¡Que no lo son!