Danilo Medina obligara al pueblo dominicano a pagar dos veces Punta Catalina si se aplica el plan de venta anunciado por el administrador de la termoeléctrica.

Primero, la central ya está casi lista para entrar en operación comercial, lo que significa que la fase de construcción ha concluido, las dos plantas ya están construidas. Esa construcción se hizo, casi en un 70%, con dinero del presupuesto nacional, es decir, con los impuestos pagados por ciudadanos.

El resto, menos del 30%, se financio con préstamos recibidos de la banca extranjera y, en menor medida, de bancos locales. Prestamos que estamos pagando con fondos asignados en el presupuesto de cada año.

En otras palabras, para fines prácticos ya Punta Catalina ha sido esencialmente pagada y las deudas en que incurrió el gobierno se integraron a las cuentas del Estado desde hace años.

Se esperaba, pues, que terminado el costoso y largo proceso de la construcción, los dominicanos descansaríamos de gastos, escándalos y discusiones sobre Catalina, e iniciaríamos una época de cero apagones y bajos precios, como prometieron. Pero no, no tenemos suerte. Ahora, ya a las puertas del Paraíso, el gobierno del PLD se destapa con que venderá la central a empresarios privados mediante una marrulla financiera que ni sus voceros saben explicar.

Lo que no se puede dudar es que si empresarios privados compran Punta Catalina con una inversión, por ejemplo, de 2 mil 500 millones de dólares, incluyendo aporte de capital propio y  préstamos  bancarios, entonces ese privado buscara recuperar lo invertido mediante la venta de la energía a un precio que le permita cubrir los costos de producción, amortizar esos préstamos y recibir justos beneficios.

En otras palabras, seremos los consumidores los que pagando mensualmente la factura eléctrica con precio de la energía inflado, aportaremos el total invertido por el privado para comprarle al Estado unas plantas cuya construcción ya habíamos pagado. Es decir, pagaríamos una vez mas Punta Catalina.

Sería diferente si el privado construye las plantas y luego le compramos la energía. O si el Estado vende la central al contado, no a crédito. Pero con el esquema de venta que han hecho publico voceros del Gobierno ese sería un verdadero negocio de capaperros.