En este país hay un clamor desde una inmensa mayoría ciudadana: Desde el curita o pastor más humilde hasta el jerarca más alto; desde el buhonero más chiquito hasta el ricachón más poderoso; desde el campesino más lejano hasta el clasemediero más urbano;  desde el carajito de 18 años hasta el viejete de 70; desde el empleado mejor pagado hasta el desempleado más hambreado; desde el ciudadano más comprometido hasta el más apartidista: ¡Que la Junta Central Electoral actúe con firmeza contra la compra de cédulas…o a Dios que reparta suerte! (Y que después no diga que no se lo advirtieron).