Debemos estar claro respecto a lo que pasa en Cisjordania advierte Kerry: ”El Primer Ministro israelí, en público, apoya la solución de los dos Estados. Pero, su coalición de gobierno es la mas derechista en la historia de Israel con una agenda definida por los elementos mas extremistas. El resultado es que las políticas de este gobierno que el mismo primer ministro describió como la mas comprometida con los asentamientos de colonos en la historia de Israel apuntan en la dirección opuesta. Conducen a un solo Estado”. Un poco mas adelante en el mismo documento Kerry, en un lenguaje inusualmente franco y coloquial consigna lo siguiente:

“Estemos claros. La expansión de los asentamientos no tiene nada que ver con la seguridad de Israel” –claro que no, añadimos nosotros, se trata de poner en práctica la decisión absoluta y excluyente del gran Israel sin palestinos. De inmediato continúa Kerry- “ Muchos asentamientos de hecho aumentan la carga de las fuerzas israelíes de defensa y los lideres del movimiento de colonos están motivados por imperativos ideológicos que ignoran por completo las legítimas aspiraciones de los palestinos. Entre las mas perturbadoras evidencias de este punto están la proliferación de puestos de avanzada de colonos que son ilegales incluso según la propia legislación israelí. Con frecuencia esos puestos de avanzada están en tierra propiedad privada de palestinos y su ubicación estratégica hace imposible la formación de dos Estados”.  Nunca antes escuchábamos hablar a un secretario de Estado de los EEUU de las “legítimas aspiraciones de los palestinos”   y nunca antes un funcionario de esa categoría dejaba precisada la diferencia entre el discurso y los hechos poniendo así en evidencia la falta de vocación israelí por la solución de los dos Estados.

Siguiendo con el mismo tono de inusual franqueza Kerry pregunta:” ¿Hay alguien aquí que se crea que los colonos se van a someter a la ley palestina en el territorio de Palestina?”. Algunos párrafos mas adelante Kerry dando nuevas muestras de que no está dispuesto a seguir en el juego del engaño israelí precisa:  “Al final, un asentamiento no es solamente la tierra sobre la cual está edificado sino que es también la ubicación y como ésta afecta la circulación de las personas, como limita su habilidad para conectar con la gente, a una comunidad con la otra; lo que hace y como afecta al sentido de estadidad que es erosionado con cada nueva construcción” .

Algunos párrafos mas adelante Kerry insiste: “De manera que la agenda de los colonos está definiendo el futuro de Israel. Y su propósito público es bien claro. Ellos creen en un Estado- el Gran Israel. De hecho, un ministro prominente quien encabeza un partido pro colonos declaró tras las elecciones en EEUU y cito: <<La era de la solución de los dos Estados está superada>>”. De la comprensión de este predominio intolerante de la extrema derecha israelí se alimenta la preocupación americana justificada tanto por la comprensión y aceptación de los derechos del pueblo palestino como por el rechazo creciente en la sociedad americana a ser arrastrados por Israel a conflictos cuya naturaleza y evolución son contrarios al interés americano.  Michael Scheuer el antiguo analista de la CIA y autor de “Imperial Hubris” un libro que he citado con frecuencia ya consignaba la inconveniencia e imposibilidad de que EEUU, además de respaldar a Israel, asumiera la agenda de ese país y terminara pagando ante el resto del mundo la cuota de rechazo e impopularidad que deriva de las políticas puestas en marcha por aquel.

“Al final, no podríamos en consciencia, proteger a los elementos mas extremos del movimiento de los colonos en tanto que tratan de destruir la solución de los dos Estados. En consciencia no podríamos cerrar los ojos a las acciones palestinas que alimentan el odio y la violencia. No está en el mejor interés de los Estados Unidos ayudar a nadie, en ningún lado a crear un Estado Unitario. Puede ser que no podamos detenerlos pero tampoco se puede esperar que salgamos a defenderlos. Y, ciertamente, no se espera que ningún país vote contra sus propias políticas”. Es decir, advierte Kerry que si quieren seguir insistiendo en la creación de hecho de un Estado Unitario, no cuenten con los Estados Unidos para defenderlos. Esta advertencia es formulada por el funcionario de mayor jerarquía en la política exterior de los Estados Unidos quien se permitió recordarle a Israel que Estados Unidos produjo el reconocimiento de Israel siete minutos después de haber sido creado y que además afirma, después de recordarle a Netanyahu refiriéndose a la administración de Obama a la cual pertenece que:  ”Somos la única administración desde 1967 que no ha dejado pasar ninguna resolución de las Naciones Unidas a la cual Israel se opusiera”. Semejante admisión debería motivar una de las condenas mas sonoras y trepidantes contra la política exterior de los Estados Unidos en tanto consagra niveles de complicidad inaceptables desde el punto de vista de los derechos humanos e inconvenientes y desastrosos desde la perspectiva internacional bajo la cual se forja la imagen y se deriva respeto u oposición a Estados Unidos. Sin embargo, en lugar de condenar el pasado de apañamiento y complicidad de EEUU con los crímenes de Israel es acaso mas importante consignar ahora el reconocimiento de los límites de esas políticas, las condicionantes pautadas y la esperanza de que, el apartheid israelí y sus políticas de abuso y crímenes contra los palestinos hayan finalmente encontrado suficiente rechazo en la humanidad para hacer que incluso sus mas notables sostenedores ya entiendan que deben apartarse. Esta es , sin duda una buena noticia para el futuro del pueblo palestino vejado, asesinado y puteado por Israel.

Hay quienes –y con razón- cuestionan la validez práctica del discurso de Kerry tomando en cuenta que la nueva administración piensa diferente y ha prometido hacer lo contrario en relación a Palestina. Es verdad que Kerry ya nada puede hacer, sin embargo, lo que ya hizo es significativo y relevante por cuanto deja pautada una plataforma que Trump puede –por un tiempo- ignorar pero el resto del mundo no. Por otro lado, las verdades sobre Israel aunque eran conocidas y sufridas, ahora están consagradas, ya no se cuestionan. Israel podrá sentirse amparado con Trump y quizás no encuentren el sentido común necesario para regresar al discurso de Kerry, pero si así fuera, ellos asumirán las consecuencias, una guerra interminable, la guerra del fin del mundo e Israel no es quien la va a ganar.