Pese a los esfuerzos desplegados, la planificación hecha con anterioridad y los compromisos de sobornos de legisladores contraídos para aprobar la reforma de la constitución Danilo Medina, hasta el día de hoy, no ha podido conseguir la mayoría necesaria para tramitarla ni para aprobarla.
¿Por qué?
La embajada de los Estados Unidos ha estado contactando dirigentes políticos y legisladores para advertirles que si se prestan a secundar esos planes de Medina se exponen al disgusto americano y a posibles sanciones y persecuciones legales por corrupción. No tenga el lector de estas líneas la más mínima duda de que eso ha estado ocurriendo y de que eso es lo que ha hecho la diferencia hasta ahora.
A Hipólito Mejía, sospechoso número uno de complicidad con Medina le jalaron las orejas con aquello de dejar a los legisladores de su facción en “libertad de votar como quisieran”. A Luis Abinader lo mandaron a la farmacia a procurar un poco de estimulantes y de testosterona para que se plantara y bajara línea a los legisladores que lo siguen. Con los de Leonel no se lo que haya hecho la embajada pero está claro que ha cundido el miedo a venderse.
Es decir, y repito, hasta ahora, la reelección no ha pasado NO POR FALTA DE LEGISLADORES CANALLAS SINO POR TEMOR DE ESTOS A QUE LES QUITEN LA VISA AMERICANA Y LE APLIQUEN EL MAGNITSKY ACT.
Vuelvo y repito, hasta ahora, la reelección no ha pasado por la conducta honorable de los legisladores ni la determinación y el compromiso resuelto de dirigentes políticos de la mal llamada oposición sino DEBIDO A QUE LA EMBAJADA AMERICANA CON SU GESTION HA SUPLIDO LA FALTA DE MILITANCIA, VISION Y RESOLUCION DE DICHA OPOSICION.
Eso fue lo que dije y repetí hace tiempo. No había aquí quien fuera capaz de parar a Danilo Medina y su maquinaria corruptora y él se equivocó creyendo que al traicionar a Nicolás Maduro apoyando el golpe de Guaidó y prestándose a otras gestiones había conseguido voltear la mesa trayendo a los EEUU a apoyarlo.
Danilo Medina no entendió que EEUU hace rato que está preocupado por la pérdida de gobernabilidad que el encarna y antes que dejar que esto alcance la dimensión de catástrofe decidieron intervenir y es esa intervención la que hasta ahora ha mantenido a raya la reelección.
Animal acorralado, presa de la desesperación y gobernado por esa insensatez que contagia el poder, Danilo no ha podido detenerse ni triunfar; sigue cometiendo errores y ahora, para lograr que se quite el “nunca jamás” en una reforma tendrá primero que aceptar otro candidato del PLD. Tengo amigos que creen que el PLD, con dinero, fraude y otro que no sea Leonel se impondría. Creo que no hay tanto dinero ahora y que ninguna candidatura que no sea la de Leonel lograría que la maquinaria peledeista funcionara a su favor; tampoco eso quiere decir que ganaría pues Danilo, podría apostar a trampas para nominar a Hipólito en la esperanza de que este lo proteja judicialmente.
En otras palabras, todo parece indicar que hasta aquí llegó Danilo y esa es una verdadera pena porque lo juro: a este país le conviene que la crisis catastrófica que está al doblar de la esquina le explote a Danilo Medina en las manos y no a ningún otro.